La Organización Miss Universe anunció este domingo un movimiento que marca un punto de inflexión en su historia reciente: el traslado inmediato de su sede administrativa de la Ciudad de México a Nueva York, ciudad que durante décadas albergó el corazón operativo del certamen. La decisión se produce en un contexto especialmente complejo para la marca, rodeada de controversias, investigaciones judiciales y señalamientos criminales que involucran directamente a sus propietarios. Más que un ajuste logístico, el cambio de sede se interpreta como una estrategia para contener la crisis institucional que atraviesa el concurso de belleza más reconocido a nivel global.
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La compañía dio a conocer la determinación mediante un comunicado oficial en el que expone las razones que motivaron la reubicación. En el documento, firmado por Raúl Rocha, presidente y propietario del 50 por ciento de la marca, se establece: “Esta decisión surge de una evaluación exhaustiva y responsable de las condiciones actuales en México, las cuales no brindan un entorno adecuado ni estable para el funcionamiento seguro y eficaz de una organización internacional de esta envergadura”. En el mismo mensaje se precisa que el traslado se implementará de manera inmediata y que todas las operaciones administrativas dejarán la capital mexicana para reinstalarse en Nueva York, sede histórica de la organización.
El anuncio ocurre mientras Raúl Rocha enfrenta un proceso de investigación por parte de la Fiscalía General de la República, que indaga presuntos vínculos con el crimen organizado, en particular delitos relacionados con el tráfico de armas y combustible. En el marco de estas pesquisas, autoridades hacendarias bloquearon recientemente cuentas bancarias a su nombre. En ese contexto, el comunicado detalla algunos de los factores que influyeron en la decisión, al señalar “la incertidumbre jurídica, la actual situación de seguridad y los ataques infundados y con motivaciones políticas que han comprometido el marco institucional necesario para la estabilidad operativa a largo plazo y la proyección global” de la organización.
La reestructuración anunciada también contempla cambios internos relevantes. De acuerdo con la información oficial, la Organización Miss Universe planea trasladar a Nueva York al personal que sea posible, además de realizar nuevas contrataciones durante el proceso de transición. El mismo documento confirma la salida de Mario Búcaro, exministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, de su cargo como director ejecutivo. La empresa enfatizó que la relocalización fue una decisión tomada “con firmeza y responsabilidad”, reiterando su compromiso con la integridad institucional y con la preservación de un legado que suma 74 años de historia.
Un momento delicado para Miss Universe
A este panorama se suman señalamientos que han puesto bajo escrutinio la edición número 74 del certamen, celebrada el pasado 21 de noviembre en Bangkok. Raúl Rocha ha sido acusado de presuntamente haber favorecido a la representante de México, Fátima Bosch, quien resultó ganadora. El origen de las denuncias por un supuesto fraude se atribuye al compositor franco-libanés Omar Harfouch, quien ha señalado a la Organización Miss Universe y ha advertido que podría emprender acciones legales por presuntos delitos como fraude, abuso de poder, corrupción, engaño, incumplimiento de contrato, conflicto de intereses y daños morales y reputacionales.
El contexto se complica aún más con la situación legal de Anne Jakrajutatip, empresaria tailandesa y copropietaria del otro 50 por ciento de Miss Universe. A finales de noviembre, un tribunal de Tailandia emitió una orden de arresto en su contra por un presunto caso de fraude valuado en cerca de un millón de euros. Según confirmaron autoridades judiciales, la orden se derivó de su incomparecencia en un proceso penal ante el tribunal de Bangkok South Kwaeng, sin que se ofrecieran mayores detalles y aclarando que el caso no guarda relación con el reciente triunfo de la representante mexicana. En medio de estas controversias, el regreso de Miss Universe a Nueva York se perfila como un intento por recuperar estabilidad, credibilidad y control en uno de los momentos más delicados de su historia reciente.