Han pasado 7 años desde que Paola Rojas y Luis Roberto Alves Zague protagonizaron su mediático divorcio, una situación en la que la periodista fue blanco de una ola de violencia digital que le agregó tensión a este proceso del que, a la distancia mira con otros ojos. Más sincera que nunca, la periodista habló como nunca de su comentada separación del futbolista brasileño con quien, con el paso de los años, ha entablado una gran relación familiar en la que sus hijos Leonardo y Paolo son el centro de su mundo.
Por primera vez, la periodista reveló si ya perdonó al papá de sus hijos: "Es muy disfrutable poderme reír públicamente poderme reír de algo que fue tan fuerte, doloroso, que hasta me enfermo físicamente, ya sanó mi cuerpo y mi alma y cada vez que hago ese chiste y todos se ríen es sanador, el humor es sanador y la ficción sanadora y el teatro es mágico", dijo sobre el tema.
Paola reconoció que, con el paso de los años ha podido resignificar aquella dolorosa situación: "De todo, lo que más me lastimó fue el acoso mediático y los ataques digitales que eran tan obscenos y violentos, no es que no supiera el nivel de violencia y machismo que hay en México, solo no me había tocado ser yo el centro de esos ataques, sí fue muy fuerte. Es muy fuerte esa energía, ese juicio, pesa y sí duele, lastima, pero también forja", reconoció.
Sobre cómo se lleva actualmente con el papá de sus hijos, Paola dijo: "Hemos compartido lo importante, hemos compartido los duelos, la perdida de sus padres, de su mamá, de su papá, entonces nos han vinculando los momentos importantes, de pronto hay cosas que falta por hablar y creo que es cuestión de tiempo y que sí sería sanador", dijo cuando le preguntaron si han podido tener una conversación para arreglar sus diferencias.
Padres de hijos felices
La periodista confesó que cuando se separó, el bienestar de sus hijos era su prioridad, por lo que intentó blindarlos de todas las formas: "Fue mucho menos complejo de lo que imaginé, esa era mi angustia prioritaria, que a ellos los lastimaran, aislar mediáticamente a 2 niños es muy complicado, tienen que hacer tarea, su comunidad escolar fue maravillosa, hubo mucha solidaridad, contención, cobijo, no sólo la escuela, sino los padres, fueron tan decentes, nos arroparon mucho, hasta donde sé nadie los molestó".
Después de tanto tiempo, Rojas aseguró que sus hijos son jóvenes felices a los que pudo proteger a través del amor: "Hoy con más distancia, tienen 14 años y la verdad es que los veo muy bien, había muchas cosas que me daban miedo, porque a los hijos los quieren blindar y creo que ahora tienen un blindaje, no desde el miedo, que es el que yo les quería poner, sino del amor, son chavitos muy amados por todos lados, no sólo su mamá y papá, sino toda la familia. Son inteligentes, chistosos, no los veo lastimados y creo que les ayuda mucho que sus papás nos queremos y nos tratamos con mucho cariño y siempre a ellos los pusimos en el centro", añadió.









