Madonna, considerada la 'Reina del Pop', rompió un silencio de nueve años para hablar de uno de los episodios más dolorosos de su vida: la batalla legal con su exesposo Guy Ritchie por la custodia de su hijo Rocco. Lejos de los escenarios y los reflectores, la cantante atravesó un periodo de intensa angustia que la llevó a contemplar el suicidio, un extremo que refleja la magnitud del sufrimiento vivido mientras lidiaba con la posibilidad de perder a su hijo. Este capítulo marcó no solo su vida familiar, sino también su fortaleza emocional, obligándola a enfrentar su vulnerabilidad más profunda.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 5 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Durante su entrevista en el podcast On Purpose, Madonna habló sin filtros sobre aquel proceso legal. “Contemplé el suicidio. Eso probablemente suena muy raro viniendo de mí porque yo no soy emo, pero pensaba: ‘Ya no puedo soportar este dolor’”, confesó, dejando al descubierto la intensidad del dolor que atravesó. También compartió que llegó a sentirse atrapada y sin salida: “Que alguien tratase de quitarme a mi hijo, era igual que quisiera que me mataran; eso pensaba ”.
El conflicto alcanzó su punto álgido cuando Rocco, entonces de 15 años, decidió permanecer en el Reino Unido con su padre. La disputa legal se prolongó durante ocho meses, primero en tribunales británicos y luego en los neoyorquinos, hasta que finalmente se llegó a un acuerdo que permitió al joven vivir con Guy Ritchie. La tensión no solo se limitó a los procedimientos judiciales, sino que también se sumó la presión de la carrera artística de Madonna, quien debía continuar actuando frente a miles de espectadores mientras lidiaba con un colapso emocional en privado.
Seguía adelante a pesar de su tristeza
“Me la pasaba llorando en el suelo de mi vestidor. De verdad pensaba que era el fin del mundo y no podía con eso”, recordó la cantante, describiendo el contraste entre su vida pública y su vulnerabilidad personal. Para ella, aquel periodo representó “uno de los momentos más dolorosos” de su vida, pues todos sus pensamientos estaban centrados en la custodia de Rocco y en el miedo de perderlo.
Madonna también destacó la importancia de su camino espiritual en la Kabbalah, que le permitió resignificar sus experiencias y transformar el sufrimiento en lecciones con propósito. En sus palabras, esta es la primera vez en nueve años que aborda públicamente el tema en tal profundidad, con la intención de demostrar que incluso en los momentos más oscuros se puede encontrar la fuerza para reconstruirse y salir adelante.