Francisca, una de las figuras más queridas de la televisión hispana, nos presenta a la nueva integrante de su familia: la pequeña Raffaella, su primera hija, nacida el pasado 24 de julio de 2025. En un reportaje exclusivo y en la comodidad de su hogar en Miami, la presentadora de Despierta América (Univision) nos permitió fotografiar por primera vez a la princesa de la familia en compañía de sus hermanitos, Gennaro, de 4 años, y Franco, de uno, y por supuesto, Francesco, esposo de la dominicana y padre de sus hijos.
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"Ella es la primera nieta [del lado de su madre] y ya se pueden imaginar la alegría que hay. Y también del lado paterno, son como nueve varones y solamente tres niñitas. Aunque ya me había hecho mi idea de que iba a ser mamá de tres, me sorprendió cuando ella llegó. Es un gran regalo y todos estamos muy felices con ella", nos confiesa Francisca.
Radiante, serena y emocionada, posando ante la cámara junto a los suyos y la nueva integrante del clan por primera vez, la exNuestra Belleza Latina ha formado una familia que no solamente ansiaba tener sino que también refleja los valores que comparte junto a su pareja, que están basados en la unión, el respeto y el amor profundo por las raíces de ambos, dominicanas e italianas, las cuales se ven reflejadas en sus pequeños.
A semanas de regresar a su rutina profesional en el set de televisión, Francisca ha sabido balancear sus compromisos laborales con la siempre exigente tarea de la maternidad. Sin embargo, posee una gran contención llena de amor y compromiso respaldada por su querida madre, doña Divina, y por supuesto, el amor de su vida y pilar fundamental, su pareja, con quien lleva seis años de feliz matrimonio.
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Entregada de lleno, y siempre con buena actitud, a los retos propios de criar niños pequeños, Francisca expresa a la perfección su filosofía de vida con una reflexión que revela su madurez y sensibilidad: "Mis hijos son mi proyecto más importante y ellos van primero que todo, son la prioridad. Pero tengo un equipo, tengo gente que también le gusta verme haciendo lo que me gusta, hacer eso que tanto me apasiona, por lo que tanto luché y lo que siempre soñé", revela con respecto a seguir su rumbo en la televisión y como figura pública.
Con Rafaella en brazos, sus nenes como maestros de vida y arropada con el inquebrantable cariño familiar, Francisca inicia esta nueva etapa con el corazón lleno de ilusión y la certeza de que lo mejor aún está por venir, tanto en lo profesional como en lo personal, tal y como ella misma nos lo cuenta en esta emotiva Portada Digital.
"Hubo un punto que dije voy a ser solo mamá de varones, pero no, al final Dios respondió a esa oración dándonos una princesa y no podemos estar más felices. En cuanto a Raffaella, me siento agradecida con decirte que es todo lo que pedí, como la soñé"
Francisca
¿Cómo han sido estos primeros dos meses con la pequeña Raffaella en casa?
Creo que el reto más grande que hay es poderle dar a todos la atención por igual. Eso es muy difícil, porque también tengo a Gennaro que tiene cuatro años, tiene otro tipo de necesidades. Franco es todavía un baby, también tiene otro tipo de necesidades, entonces la bebé también. Y tratar de dividirme entre darle a los tres el tiempo justo y la atención exacta por igual. Ese es uno de los retos más grandes y hasta a veces creo que es imposible.
Las mamás de tres o de cuatro entenderán que tu corazón se divide. A veces tienen necesidades al mismo tiempo y tú no sabes qué hacer. Entonces, tienes que elegir al que más necesite la atención en ese momento.
Es tratar de entender la psicología de cada uno de ellos, ¿cierto?
Sí, las mamás somos psicólogas, asistentes, encargadas, mánagers, de todo, hacemos de todo. Pero creo que aquí lo más importante, y es donde les voy a echar flores, es al apoyo que una mujer puede tener. Mis respetos de verdad a las mujeres que lo han hecho solitas, que Dios la bendiga y que vivan las mujeres, porque yo tengo ayuda.
Tengo a mi mamá, mi esposo me echa la mano, pero hay muchas mujeres que con tres hijos han tenido que sacarlos ellas solas adelante y yo no sé cómo. Lo que quiero resaltar es el apoyo de alrededor, es encontrar alguien que te eche la mano, que todo el mundo tenga en cuenta que hay que trabajar en equipo y eso es lo que hace todo un poquito más ligero.
¿Cómo han recibido Gennaro y Franco a su hermanita?
Creo que ha sido una mezcla entre celos y amor. Gennaro ya lo estaba trabajando [ese sentimiento] porque vivió la experiencia con su hermanito, con Franco. Franco no entiende lo que está pasando, pero sí sabe que hay alguien que vino y que lo atienden como a él también. A veces la quieren cargar, le quieren dar un besito, se sientan, se acomodan para eso; pero, otras veces no la quieren ni ver. Es así, porque piensan 'quiero a mi mamá, dame a mi mamá'. Es lidiar con eso.
Creo que no ha sido tan terrible como yo pensé, porque de Franco a Gennaro sí fue muy difícil, pero con ella ha sido diferente. Yo digo que las mujeres traemos esa magia que hacemos que los demás nos traten con un poquito más de sensibilidad, de delicadeza, de cuidado, y lo puedo ver ahora con mi hija, porque estos dos hombres que son así como que rudos, la ven, y su papá también, y se derriten con ella. Es muy lindo poder ver eso.
"Cuando me la dieron, no sabía qué hacer con ella, porque estaba acostumbrada a mi varón, que uno lo agarra, lo tira, lo cambia como si nada. A ella yo no sabía ni cómo bañarla... No sé, fue muy raro, pero la miro y lo que siento no lo puedo ni siquiera poner en palabras, porque ha sido el mayor regalo"
Francisca
Raffaela es la primera nieta de tu mamá, ¿cómo ha sido también este cambio para ella?
Del lado de mi mamá, sí. Ella es la primera nieta y ya te puedes imaginar la alegría que hay. Y también del lado paterno, son como nueve varones y solamente tres niñitas. Entonces, todo el mundo apostaba y esperaba que viniera esta niña. Yo, que me había ya hecho la idea de que era mamá de tres, también me sorprendí cuando ella llegó. Es un gran regalo y todos estamos felices con ella.
¿Cómo ha sido para ti tener ya en tus brazos a la niña que tanto ansiabas en tu familia?
Bueno, de mucha felicidad porque como te digo, ella era una niña que uno deseaba mucho. Hubo un punto que dije voy a ser solo mamá de varones, pero no, al final Dios respondió a esa oración dándonos una princesa y no podemos estar más felices. En cuanto a Raffaella, me siento agradecida con decirte que es todo lo que pedí, como la soñé.
Cuando me la dieron, no sabía qué hacer con ella, porque estaba acostumbrada a mi macho, mi varón, que uno lo agarra, lo tira, lo cambia como si nada. A ella yo no sabía ni cómo bañarla... No sé, fue muy raro, pero la miro y lo que siento no lo puedo ni siquiera poner en palabras, porque ha sido el mayor regalo.
En ese sentido, cuéntanos... ¿cómo ha cambiado la dinámica familiar?
Bueno, la dinámica familiar era una locura, porque estoy aprovechando que estoy fuera del show, en mi maternidad, para hacer todo lo que nunca puedo hacer. O sea, me levanto, llevo mis hijos a la escuela, vengo, le doy pecho a la bebé, trato cuando puedo de hacer ejercicio, después tengo que ir a recogerlos a la escuela.
Estoy 100% full mamá, porque cuando regrese a trabajar tengo que dividir mi vida, ya ese lujo de poderlos llevar a la escuela cada mañana ya no lo voy a tener. Sí los voy a poder recoger, pero no llevarlos, entonces, verlos en la mañana con la energía que se levantan es un gran chance que estoy teniendo ahora por estar fuera del show. Regreso al show el 20 de octubre.
¿Estás lista para regresar a la tele y soltar un poco a Raffaella?
Creo que uno necesita eso porque rompe un poquito la rutina. Lo que te conté es la rutina que tengo ahora, pero en unos días también la tengo que volver a cambiar completamente. Y lo que estoy tratando es de botar un poquito el perfeccionismo. Lo más difícil de combatir cuando uno es mamá es la culpa, dejar la culpa a un lado y entender que también el trabajar en lo que a mí me gusta es un gran mensaje para mis hijos.
¿Cuál es ese sentimiento de culpa que más te embarga en estos momentos?
Me siento culpable por todo. Es que de verdad, todas las mamás van a entender ese sentimiento de culpa, por todo te sientes culpable. Hasta si vas y te dedicas un tiempo a ti para arreglarte el cabello, o sea, si dejarlos o no para irte al baño. Uno siente que se va a perder cualquier cosa y uno se siente mal por todo, pero hay que trabajarlo, hay que tratar. Y otra vez vuelvo a la importancia de tener un equipo, en apoyarte en alguna persona.
A mí, mi esposo me ayuda muchísimo también a no sentirme de esa forma, porque cuando uno está en posparto, cuando uno da luz, las hormonas y todo lo difícil que uno está viviendo y lo que está pasando, es importante que haya alguien que vea desde afuera y que te pueda traer a tierra y decirte: 'Hello, así no son las cosas'.
Psicológicamente, el golpe siempre es fuerte, ¿cómo ha sido el posparto con Raffella?
Con ella me he sentido como que con más energía. Bueno, es que también son tres, no tengo tiempo ni para quejarme, pero siento que estoy con más pilas, más activa. He tenido mis bajadas, porque mira, cuando estás en tu posparto, es como... yo puedo levantarme muy feliz y en media hora me puede dar un bajón y estar triste. Y luego a las dos horas estoy enojada y no sé por qué. Y de repente, vuelve otra vez esa felicidad.
De verdad, es una montaña rusa, un sube y baja de emociones el día entero. A nosotras, las mujeres, a todas, nos deben dar una corona. No sé, nos tendrían que poner en un pedestal, por todo lo que somos capaces de pasar.
Los hijos enseñan, ¿recuerdas algún momento de aprendizaje con ellos?
Claro, tus mismos hijos te hacen espejo. Porque, por ejemplo, el otro día yo estaba bañando a mi hijo y estoy en uno de esos bajones. Y yo no me estoy dando cuenta que estoy así, pero él me está mirando y él empieza a ponerse igual que yo, triste.
Y le digo: 'hijo, ¿por qué estás así?' Y me dice: '¿Por qué tú estás así?' Me hizo entrar en conciencia de que, mira, me está mostrando cómo me veo. A veces, uno se siente de esa manera y trato de explicarles siempre de las emociones y que todas son válidas, pero le dije: 'Vamos a jugar y vamos a hacer esto o aquello'. Y me trajo a tierra otra vez.
Y cómo sales de eso, ¿has hecho terapia o en quién te apoyas?
Ahora mismo en mi familia, en mi esposo, en mi mamá, en el que ya ellos me conocen y me ven. Los mismos niños, cuando llegan con esa energía, con esa alegría, te levantan y también yo quiero levantarme porque no quiero de ninguna manera pasarles responsabilidad de cómo yo me sienta con mis hijos. Entonces, ese momentito en particular que pasé con mi hijo fue un despertar muy importante para mí.
¿Cómo ha tomado Francesco su labor de ser ahora papá de una niña?
Francesco es un gran papá. Él está siempre muy pendiente de todos sus hijos. En este momento, él cuida más a los varones, porque ellos expresan mucho lo que necesitan y la niña también necesita que su mamá le dé el pecho o estar cuerpo a cuerpo conmigo. Es súper lindo verlo también con ella, porque los hombres miran a la mujer de otra manera. Es otra cosa. Él con sus hijos es como que ¡vamos! y quiere volar, los tira, salta y los agarra. Y con ella es como que vamos a hablar, la princesa, y no sé cuánto. Es una ternura demasiado grande.
¿Qué es lo que más te preocupa de tus hijos cuando sean más grandes?
Lo que me preocupa de ellos a futuro... En realidad, comparado a de dónde yo vengo, mi historia que todo el mundo conoce, más que preocuparme pienso en la vida chévere que ellos van a tener, porque van a empezar desde otro punto. Yo digo que si ellos no logran las cosas que quieren en la vida, va a ser porque ellos no quieren o porque no le echen ganas o no tuvieron interés, porque las oportunidades las van a tener, ahí. Y eso era lo que yo siempre soñaba, que a partir de mi familia, que ellos empezaran un camino completamente diferente al mío. Van a crecer con todas las oportunidades que yo quise tener.
Yo tuve que crear una ventana donde no existía nada y meterme por ahí y salir. Ahora, ellos pueden crearse su propia ventana, pero desde otro nivel, desde otro punto. Ellos tienen todas las posibilidades del mundo para convertirse y ser lo que quieran. Entonces, más que preocuparme, estoy emocionada por ver lo que ellos van a hacer con esas oportunidades.
"Francesco es un gran papá. Él está siempre muy pendiente de todos sus hijos. En este momento, él cuida más a los varones, porque ellos expresan mucho lo que necesitan y la niña también necesita que su mamá le dé el pecho o estar cuerpo a cuerpo conmigo. Es súper lindo verlo también con ella, porque los hombres miran a la mujer de otra manera"
¿Piensas tener más hijos o ahí ya quedó el asunto?
Pregúntale a Francesco...
Pero al parecer él sí quiere... ¿tú quieres más?
Preguntar por más hijos a una mujer en posparto, eso es, como dicen en buen dominicano, 'guayarte' de una. Te va a decir: '¡Olvídalo. No, ya cerramos!'
Él dice que dos más, así que mejor toma algo de aire...
¿Aire? Mejor un whiskey [Risas].
Francisca, en ese sentido, ¿te has visualizado entregada 100% a la maternidad?
Sí, o sea, te mentiría si eso no es un pensamiento que he tenido, de poder estar con ellos 100% el día entero y ya, solamente siendo mamá. Y entre todos esos pensamientos locos, entre millones de pensamientos que tiene uno en un día, pues sí. ¿Y qué pasa si me quedo solo haciendo eso? Mis hijos son mi proyecto más importante y ellos van primero que todo. Son lo número uno.
Pero vuelvo a lo mismo de que tengo apoyo, tengo un equipo, tengo gente que también le gusta verme de esa manera y saben que a mí me gusta lo que hago, por eso puedo dar un chance en regresar, en retomar, de hacer eso que tanto me apasiona, por lo que tanto luché y lo que siempre soñé. Ahora, no sé, uno no sabe nunca dónde la vida te vaya a llevar. Apenas Raffaella tiene dos meses, no sé qué tan difícil sería.
¿En algún momento han pensado en irse a vivir a Italia?
¿A qué hora nos vamos? ¿Quién se quiere ir para Italia? Todos nos queremos ir para Italia [risas]. Claro que sí. Nosotros siempre hemos pensado de cómo sería nuestra vida en Italia o hasta en República Dominicana. Porque es como ese sueño de irse por allá unos meses, con los niños, y que aprendan su idioma. Obvio que sí, lo hemos pensado.
Pero sin lugar a dudas están ya anclados aquí en Miami...
Estamos anclados aquí. A mí me encanta también vivir en este país. Es donde estamos teniendo nuestra familia, nuestros hijos. Tal vez es un plan que podamos hacer en un futuro, por meses, para que nuestros hijos aprendan y absorban bien la cultura. Sería tanto en Italia como en República Dominicana, porque nosotros cuidamos mucho eso de que nuestros hijos hablan los tres idiomas. Aquí se come pasta, pero se come tostones. O sea, nosotros estamos muy enfocados en eso, en que nuestros hijos sean 50 y 50.
¿Sientes, a este punto, que ahora sí tu sueño familiar está realizado o te falta algo más?
Sí, claro. Es la familia que siempre soñé. Creo que mucho mejor de lo que la soñé. Yo los veo y digo: 'Dios mío, hace unos añitos yo era una muchachita que soñaba con estas cosas'. Ahora, camino por mi casa y digo: 'amo mi casa', y veo mis hijos y pienso 'amo mis hijos, gracias, Señor, por mis hijos'. Veo a mi esposo, también digo: 'amo a mi esposo, gracias, Señor, por mi esposo'. Así que sí, puedo decir que estoy en un momento de mucha plenitud, de realización y donde me siento muy feliz y donde me siento muy agradecida.
¿Qué te falta por conseguir a nivel profesional?
Bueno, a nivel profesional hay todo un universo de oportunidades ahí afuera. Lo que pasa es que tienes que priorizar qué quieres y en qué momento lo quieres. Yo mentiría si diría que mi enfoque está en salir y agarrar proyectos por ahí, porque no. Acabo de parir, obviamente mi familia es mi proyecto más importante ahora mismo.
Imagínate, tener la oportunidad de estar en 'Despierta América' todos los días por cuatro horas, entrando a los lugares de la gente en Estados Unidos. O sea, qué mejores dos proyectos que eso. Y está perfecto. Por eso, me encanta estar en 'Despierta América'. Es un un trabajo perfecto para una mamá y me da esa oportunidad tan difícil de ser madre y de también ser profesional.
"Eso era lo que yo siempre soñaba, que a partir de mi familia, ellos empezaran un camino completamente diferente al mío. Van a crecer con todas las oportunidades que yo quise tener. Yo tuve que crear una ventana donde no existía nada y meterme por ahí y salir. Ahora ellos pueden crearse su propia ventana, pero desde otro nivel, desde otro punto. Ellos tienen todas las posibilidades del mundo para convertirse y ser lo que quieran"
¿La actuación es algo que te sigue quitando el sueño?
Ya saben de mi pasión por actuar. Tal vez me gustaría actuar un poquito más. Entré a Nuestra Belleza Latina actuando y me he quedado más en la conducción, cuando en realidad, naturalmente, eso es lo que yo sé hacer, lo que me gusta hacer, la actuación. Entonces, sería como poder encontrar algún proyecto donde no tendría que sacrificar tanto a mi familia y pudiera ir y actuar más.
¿Te ves en una telenovela, en una serie o película?
Se hacen muchas producciones en mi país... Tal vez una serie, una novela. Como entrar de lleno un poquito en eso que es mi vocación de vida.
¿Qué papel te gustaría hacer?
De mala, de villana, ¡paara cobrármelas! [risas]. La cosa es que por ser tan buena no puedo hacerlo en la vida real, entonces quisiera poderlo hacer o jugar un poco en el mundo de la fantasía.