América Guinart atesora recuerdos de sus años como esposa de Alejandro Fernández. Tras vivir una etapa de plenitud junto al cantante, la situación comenzó a tomar nuevos matices. Según comparte la tapatía, el ascenso a la fama del Potrillo, aunado a las largas ausencias del cantante en casa debido a su profesión, desencadenaron una crisis que derivó en una ruptura inminente. Como pocas veces, América ahondó en los motivos que dieron pie a su divorcio del intérprete en 2002, cuando en medio de su maternidad los sentimientos de soledad y decepción acrecentaron su necesidad por tomar la firme decisión de disolver su matrimonio.
© @meraguin‘Me enteré de que ya andaba con otra’
Con el corazón en la mano, América habló durante su asistencia al podcast llamado Loretta y Más, en el que recordó cómo en la recta final de su embarazo de las gemelas Camila y América, recibió noticias de su entonces marido. “Él ya viajaba, empezó a ser muy famoso, se rodeaba de amigos solteros que viajaban con él, estaba desfazado… Fue ya muy difícil, me sentía sola, decepcionada por cosas que él me prometió. Él empezó a cambiar, no era el mismo con el que yo me casé… Tuvimos un momento en que me dijo: ‘Quiero que tengamos otro hijo’, estábamos bien en ese momento, me embaracé de las gemelas y ya casi al final del embarazo yo me enteré que, desde hacía no sé cuánto, él ya andaba con otra…”, reveló. "Es horrible, son decepciones, luego te lo niegan, después ya ni me lo negaba. Es difícil, son cosas que en su momento, la verdad, no se las deseas a nadie, sobre todo si estás por amor con una persona, te hiere demasiado...".
© @alexoficialAmérica recordó cómo cuatro meses después del nacimiento de Camila y América tomó la decisión de separarse, tras haber superado un embarazo que la puso al borde de la muerte. “Los primeros meses estuve en cama porque tenía desprendimiento de placenta y amenaza de aborto y los últimos (meses) me dio preclamsia y corría riesgo mi vida y la de las niñas…”, compartió visiblemente conmovida.
© @meraguinEl día de su ruptura con el Potrillo
Ante ese panorama, América fue firme y dio uno de los pasos más importantes en su vida; optar por el cambio y cerrar el capítulo de su vida amorosa con el Potrillo. A pregunta expresa de cómo tomó esa decisión, la tapatía reconoció que estar al borde del peligro la llevó a asumir las cosas con seguridad. “Como me vi a punto de morir en el quirófano, dije: ‘Nada más tengo una vida, no sé cuánto la voy a vivir, cómo la quiero vivir: llorando todos los días, perdonando toda la vida, o esperando a alguien que me aprecie más desde otro punto de vista y yo no tenga que pasar esto’. Luego (pensé): ‘Vienen dos niñas mujeres, qué va a pasar con esas niñas mujeres, qué van a ver, qué van a buscar. Mi hijo hombre qué va a ver, cómo va a ser con su esposa, qué van a ver sus hijos’, me fui a lo mejor muy allá…”.
© IG. @meraguinLa conversación con Alejandro
Entrada en la charla, América evocó el instante en que conversó con Alejandro de la dura decisión de separarse. No fue asunto sencillo, pero al final todo tomó su debido cauce. “Sí hablé con él y sí le dije eso: ‘Yo no quiero que mis hijos vean esto, yo no estoy dispuesta a esto’. Esa plática él dice que ahí lo corrí yo. Por años, yo decía: ‘Yo no te corrí, yo nada más decía que yo así no iba a seguir’…”.
© @alexfernandez.gCómo América logró salir adelante
Con el corazón en la mano, América reconoce lo difícil que fue ponerse de pie y continuar con su vida. Sin embargo, pidió ayuda y puso todo en marcha para salir adelante. “El terapeuta me decía: ‘Yo sé que tú físicamente ves a ese hombre que estuvo contigo todos estos años, desde que tú eras adolescente, pasaste a ser mujer, tú le ves la cara a ese hombre y entonces es difícil para el cerebro, el sentimiento, entender que él ya no es en forma de ser ese de quien tú te enamoraste’…”, reveló.
© @meraguinMás allá de todo, América recuerda cómo su familia nunca la soltó de su mano. Asimismo, tomó fortaleza de sus hijos, quienes fueron desde entonces su gran motivación. “Me ayudaron mucho las raíces que yo traía de mi familia, mis papás, todo. Yo misma decía: ‘Soy una mujer fuerte, inteligente y yo voy a salir adelante. Los hijos siempre van a ser una súper motivación, un empuje, tengo que estar bien para ellos… Yo fui a cursos, leí libros, fui a terapia…”, dijo.
