El diseñador de moda Giorgio Armani ha fallecido este miércoles 4 de septiembre a los 91 años, tal y como ha confirmado un comunicado de Armani Group, la empresa de moda fundada por el milanés. En dicha nota, el equipo de Armani afirma que “Il Signor Armani [...] falleció de forma pacífica, rodeado por sus seres queridos”, trabajando hasta sus últimos días y pendiente de los proyectos actuales y futuros de su marca.
“En esta empresa siempre nos hemos sentido parte de una familia. Hoy, con profunda emoción, sentimos el vacío que deja el hombre que fundó y nutrió esta familia con visión, pasión y dedicación”. Con estas palabras, firmadas por sus empleados y familia, se reconoce el valor de un diseñador y empresario, fundador de una firma con 50 años de historia que ha sido fundamental para definir el estilo y la evolución de la moda italiana y global en el último medio siglo.
En junio de 2025 se dio a conocer que no iba a estar presente en los desfiles de Emporio Armani y Giorgio Armani en Semana de la Moda de Milán. Por medio de un comunicado, Armani dio a conocer que se estaba recuperando en su casa, pero prefirió no dar detalles adicionales sobre su condición. "Aunque no puede estar allí en persona, seguirá de cerca cada fase de los espectáculos", escribió en su comunicado.
Giorgio Armani, autodidacta, nació en 11 de julio de 1934 en Piacenza, en la región de Emilia-Romaña muy cerca de Milán. Pensaba estudiar medicina, carrera que cursó durante tres años, pero varios impedimentos –el servicio militar, una enfermedad– frustraron su vocación inicial. Y casualidades de la vida, entró a trabajar como fotógrafo en los famosos grandes almacenes milaneses La Rinascente, donde coincidió con Nino Cerruti, quien pronto le 'fichó' como diseñador en su firma.
Pero a finales de los años 60 conoció a Sergio Galeotti, un arquitecto que se convirtió en pareja de vida y socio, y que fue quien le animó a a crear su firma. Fundó así Giorgio Armani SpA en 1975, y ese mismo año, Armani presentó sus primeras colecciones de prêt-à-porter masculina y femenina en Milán. El éxito fue casi inmediato, naciendo así una leyenda viva cuyo hueco en el universo de la moda es irreemplazable.