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La boda de Lauren Sánchez y Jeff Bezos en la mágica ciudad de Venecia fue uno de los eventos sociales más destacados del año. Celebridades, magnates y figuras de la élite mundial se reunieron para celebrar la unión del fundador de Amazon y su pareja de años. Sin embargo, una ausencia resaltó entre los invitados: Salma Hayek no asistió, aunque su esposo, el empresario François-Henri Pinault, sí estuvo presente.
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La actriz mexicana, acostumbrada a brillar en alfombras rojas, sorprendió al mantenerse alejada del evento y en silencio en sus redes sociales durante varios días. Esto generó curiosidad y especulaciones acerca de las razones detrás de su decisión de no acompañar a Pinault en un acontecimiento tan exclusivo y mediático.
En lugar de Venecia, Salma eligió un plan muy distinto: disfrutar del icónico festival de música Glastonbury en el Reino Unido, acompañada de su hija Valentina Paloma. Allí fue vista también junto a amigas cercanas y figuras destacadas, como la diseñadora Stella McCartney, la actriz Anya Taylor-Joy, la modelo Cara Delevingne y la comediante Chelsea Handler.
Una imagen que circuló en redes sociales mostró al grupo en el backstage del festival, compartiendo con músicos como Alanis Morissette, Minke y Malcolm McRae. Chelsea Handler, quien estuvo presente, incluso publicó una tierna fotografía con Salma y su hija, acompañada del mensaje: “Mamá y bebé”, destacando la complicidad y el cariño entre madre e hija en ese especial encuentro.
Salma, entregada a su faceta más familiar
Esta decisión de Salma cobra aún más sentido al considerar que pocos días antes había celebrado la graduación de preparatoria de su hijastro Augustin James Evangelista, fruto de la relación de su esposo con la supermodelo Linda Evangelista.