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Los trabajos de investigación continúan en la propiedad que fue habitada por Gustavo Cerati hace casi 20 años, en la que hace unos días, en medio de trabajos de excavación, se halló una osamenta humana así como objetos personales en uno de los muros colindantes. Por medio de un análisis preliminar, las autoridades han revelado la edad y el género de la persona encontrada, lo que ha generado aún más preguntas, pero también descartaría el vínculo de algunos propietarios del lote con el crimen.
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Según reportes obtenidos por Infobae, se trata de "un varón de entre 20 y 22 años", una conclusión a la que habrían llegado por la "contextura desarrollada". Aunque aún falta determinar las fechas exactas, se estima que el hombre habría fallecido aproximadamente en 1995, es decir hace 30 años. Gustavo Cerati ocupó la casa en 2001, seis años después de que ocurrieran los hechos.
Las investigaciones también destacaron que la fosa en la que fueron encontrados los restos tenía una medida de 47 x 24 pulgadas (1,20 metros x 60 centímetros) y 16 pulgadas (40 centímetros) de profundidad; algo bastante pequeño, lo que sugiere que fue hecha con prisa. "Evidentemente, no había mucho tiempo para cavar demasiado", aseguran los expertos. Al lado de los restos también había ropa y un reloj, mismos que ya se analizan en busca de más pistas o restos de ADN que puedan dar con la identidad de la persona en la fosa.
El escalofriante hallazgo
Fue el 20 de mayo cuando obreros encargados de demoler la propiedad se encontraron con los restos. "En un momento dado se desprendió un trozo de tierra de la casa lindera y quedaron a simple vista lo que aparentaría ser restos óseos humanos", informaron los oficiales luego de recibir una llamada al 911. Desde entonces se inició un trabajo de investigación cerca del 3700 sobre la avenida Congreso en el barrio de Coghlan, que saltó a los titulares por el tiempo que Cerati, un exponente del rock en español, pasó en la propiedad.
La casa le fue rentada al ex Soda Stereo por su amiga, la artista Mariana Olmi, hermana de Boy Olmi, quien compró la casa junto a su esposo cerca de 30 años atrás al hijo de una mujer alemana de nombre Olga Schuddekopf. En ella también vivieron artistas como Fito Páez, Charly García y Hilda Lizarazu. En palabras de la propia Olmi, la casa se sentía rara y tenía "algo oscuro", pues fueron testigos de detalles extraños como el incendio repentino de uno de los árboles del jardín.
Mucho antes de que la propiedad fuera frecuentada por artistas, fue un geriátrico, y también se tienen registros de que previo a ello fue una capilla religiosa. Además, años atrás, fue un establo.