Las primeras imágenes de Lily James caracterizada como Pamela Anderson en Pam & Tommy dejaron en evidencia su enorme parecido, pero que luciera idéntica físicamente era sólo una minúscula parte del reto comparado con la preparación y el cuidado que ameritaba llevar a la pantalla chica el que probablemente sea el capítulo más crucial en la vida de la protagonista de Los Guardianes de la Bahía. La miniserie, controversial desde el anuncio de su estreno ya que no cuenta con el consentimiento de la principal afectada de la historia, explora a lo largo de ocho capítulos la relación de la modelo con su esposo Tommy Lee, baterista del grupo Mötley Crüe, y se centra en los acontecimientos ocurridos alrededor de la filtración de un video íntimo del matrimonio, que se disolvió a principios de 1998. Sin embargo, Pamela rechazó formar parte del proyecto apenas comenzó a desarrollarse y se negó a encontrarse con la actriz de Mamma Mia!que insistía en conocerla para interpretarla de una “forma auténtica”.

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Una de las principales críticas a la bioserie es que pone una vez más bajo los reflectores la vida privada de Pamela sin su aprobación convirtiendo aquel episodio de su pasado en un contenido de entretenimiento -y por ende, lucrativo-. La modelo ha sentido el proyecto como una explotación más, así lo compartió en un entrevista con The New York Times en donde relató cómo le afectó revivir públicamente lo que enfrentó en la década de 1990: “Ya fue bastante doloroso la primera vez”.

Y es que, si bien, la miniserie denuncia la injusticia de la que fue víctima Pamela e intenta arrojar luz sobre la historia desmintiendo rumores, como el hecho de que el clip habría sido filtrado por la pareja, carece de una pieza fundamental: el relato en primera persona de la actriz. Aunque la producción presume de darle voz a la modelo, acaba valiéndose de un asunto delicado que afectó para siempre su carrera: “Es una de esas cosas que te hacen pensar: ‘¿En serio? ¿La gente sigue sacando provecho de eso?'”, señala la también activista.

La explotación nuevamente de su imagen por personas ajenas a ella, ha llevado a Pamela a no ver la miniserie ni aceptar la invitación de Lily, que escribió una carta a mano para preguntarle si podían reunirse aclarando que lo único que quería era honrarla, una solicitud a la que Anderson prefirió no responder. “Tenía la esperanza de que estuviera involucrada. Ojalá hubiese sido así. Mi única intención era cuidar de la historia e interpretar a Pamela de manera auténtica”, dijo Lily el año pasado a la revista Porter.

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Bajo este panorama, Pamela ha decidido contar la historia de su vida con su propio puño y letra. Fue así que decidió comenzar a escribir sus memorias, las cuales en un principio pensó en compartir únicamente con sus hijos, Brandon y Dylan Lee -fruto de su relación con Tommy-, pero que finalmente decidió publicarlas bajo el título Love, Pamela, que relata “desde el principio hasta el final, desde mi primer recuerdo hasta el último”, comenta la actriz, de 55 años.

El lanzamiento del libro va de la mano del estreno del documental Pamela: Una historia de amor, coproducido por su hijo Brandon y que llegará a la plataforma de Netflix el próximo 31 de enero. En la misma entrevista, aclara que no busca validación o afirmación ni está preocupada por su legado, pero reconoce que sus memorias es la primera cosa en su vida sobre la que ha tenido un completo control: “Sentí que necesitaba contar mi historia. Y realmente no podía dejar que nadie lo hiciera excepto yo”.