¡Por fin! Raúl de Molina está muy emocionado por poder retomar una de sus actividades favoritas en el mundo: salir a comer a los mejores restaurantes. El presentador de El Gordo y la Flaca y su familia fueron de lo más cuidadosos durante los pasados tres meses, en los que permanecieron en casa en confinamiento para evitar los contagios de COVID-19. Ahora que se reabrieron muchos lugres y que las actividades empiezan a tomar un nuevo rumbo social, El Gordo pasó una noche fuera, aunque el final no fue lo que tenía en mente.

“Mi primera cena en un restaurante en tres meses la hice afuera y frente a esta fabulosa vista de Miami”, contó Raúl para sus fans junto a un video en el que muestra el bello panorama con el que acompañó sus alientos. Junto a él estaba su inseparable esposa Mily y, a juzgar por los tres platos servidos en la mesa, su hija Mia también los acompañó y pudo ser quien estaba detrás de la cámara.

Durante la cuarentena, Raúl llamó mucho la atención de sus seguidores -y de su amiga Lili Estefan- por las extremas medidas sanitarias que tomaba en casa. Incluso se dedicó a lavar meticulosamente cada pieza de productos o alimentos que llegaban a su puerta antes de ingresarlos a su hogar.

Con ello en mente, el también reportero eligió un lugar en el que se tomaron todas las medidas para mantener un ambiente sano y con apropiada distancia de otros comensales. “Lo pensé mucho y creo que si estaba frente al mar y alejado de otras mesas podría disfrutar junto a Mily”, anotó Raúl sobre su decisión de por fin salir de casa con su familia.

Un final que ni él esperaba

“Los menús desechables, el servicio excelente”, agregó Raúl feliz de volver a vivir esta experiencia. Y aunque le gustó mucho la vista, el restaurante y su compañía, no logró divertirse hasta el final de la velada.

“Estaba tan agotado después de madrugar a las 5 am que al final hasta me quede dormido en la mesa, pero disfruté”, confesó en su publicación muy divertido.

En los meses que no pudo salir a comer, hubo días en los que Raúl se la pasaba en la cocina preparando manjares para su esposa e hija, aunque hubo ocasiones en las que eligió el servicio a domicilio de sus restaurantes cercanos favoritos.