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Fue en la Navidad de 1950 cuando, en un radiomensaje, el Papa Pío XII anunciaba al mundo: "Hemos encontrado la tumba de san Pedro"
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El descubrimiento de la necrópolis llevo a la conclusión de que la actual basílica de san Pedro está construida sobre la basílica que, en su día, el emperador Constantino mandó levantar en el mismo lugar en el que estaba enterrado el primer Papa
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La Cripta de San Pedro es el panteón en el que han sido enterrados 147 de los 263 sucesores del primer Papa
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Juan Pablo II reza ante la tumba de Juan XXIII, lugar en el que ahora ha sido enterrado, un lugar privilegiado dentro de la Cripta de la basílica, ya que está muy cercano a la tumba de San Pedro.
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La tumba de Juan Pablo II ha sido abierta al público para todo aquel que quiera rendir un último tributo al Pontífice.
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El sepulcro de San Pedro fue hallado en 1950, cuando estaban construyendo la tumba de Pío XI. El sepulcro está construído sobre la basílica que el emperador Constantino mandó constriur sobre la tumba de San Pedro.
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