Estefanía de Mónaco asiste en 1981 acompañando a su hermano, el príncipe Alberto, a una de sus primeras fiestas en París. La joven de 16 años luce para la ocasión un vestido de princesa de la Provenza con mangas farol, corpiño con escote de palabra de honor y falda con bordados.
Estefanía de Mónaco despuntaba como princesa en el Baile de La Cruz Roja de 1982 con un femenino vestido con lazo, el adorno que decora más de un vestido Grimaldi.
Estefanía de Mónaco mira con devoción a su madre, maestra y modelo, la princesa Grace. El destino no tendría piedad y se la arrebataría a la vuelta de ese mismo verano en un fatal accidente de coche en el que también viajaba ella.
Estefanía de Mónaco bailando con su padre su primer vals como Princesa. Muchos bailes después, este 27 de julio su hijo le reservará otro primer vals.
Estefanía de Mónaco en el Baile de La Cruz Roja de 1988 luce sus señas de estilo: un escote de vértigo, unos pendientes de fantasía y un color luminoso.
A sus 23, Estefanía de Mónaco es una Princesa en todo su esplendor del brazo del príncipe Raniero.
Bello retrato de Estefanía de Mónaco con otro de sus vestidazos para el baile de La Cruz Roja. El estilo de la Princesa ya estaba más que perfilado en 1991. ¿Alguien se imagina a una madrina de rosa?
El brillo de una Princesa de Mónaco no faltará el próximo sábado.
La princesa Estefanía llevó en 1997 el glamour de Mónaco a Los Ángeles junto a su familia con motivo de la fiesta de gala de la Fundación Princesa Grace. Y por supuesto no se olvidó de ninguna de sus claves de estilo para reinar.
Las Princesas del glamour visten con vivos colores el Día Nacional, y tal vez también una boda.
Estefanía de Mónaco ha sido eternamente comparada con su hermana mayor, la Princesa modelo, la más guapa y elegante de Europa, y para muchos de todos los tiempos. Pero el día de la boda de Louis Ducruet, con permiso de la novia, la princesa Estefanía será sin lugar a dudas la otra gran protagonista del enlace.
Estefanía de Mónaco resplandecía como nunca en el Baile de la Rosa de 1996 con el brillo del amor.
Sin duda una de las épocas doradas de Estefanía de Mónaco fue durante su relación con Daniel Ducruet, el gran amor de su vida y el padre de Louis y Paulina. Este 27 de julio volverán a brindar como en sus mejores tiempos por la felicidad de su hijo mayor.
Estefanía de Mónaco volverá a ser el centro de atención en la boda de su hijo como en sus mejores días de gloria, o eso esperamos. ¿Cómo irá la madrina?, es la gran pregunta del millón, sin respuesta hasta el mismísimo día del enlace. Si nos atenemos a las tradicionales normas de estilo nupcial, podemos asegurar que no vestirá de blanco, para no quitar protagonismo a la novia, ni de negro, otro de los tonos prohibidos de la paleta. Sobre todo lo demás, si de largo o de corto, si con tocado o con tiara, si de colores vivos o pasteles, planea un enorme signo de interrogación.
Estefanía de Mónaco podría desperezar a la Princesa para el gran día y sorprendernos.