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Estefanía visitó a Mathieu (en la imagen) en su lugar de trabajo, un restaurante situado en una de las playas de Mónaco
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El joven camarero sirvió la mesa de la menor de los Grimaldi y se llevó la mejor de las propinas: un beso de la princesa
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La pareja, que ya no esconde su amor, se prodigó en cariños sin importarles la mirada ni los comentarios de la gente
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En la imagen, Mathieu sirve la mesa de la princesa
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Otro de los cariñosos besos que se prodigaron
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Terminada la jornada de playa, Estefanía cambió su biquini floreado por un mono negro, señal de que aún no se ha quitado del todo el luto por la muerte de su padre
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La princesa lució su habitual figura atlética con un biquini de flores celestes y un gran 'piercing' de brillantes
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Mathieu hace un alto en su trabajo para acercarse de nuevo a Estefanía
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