La Duquesa optó por un atuendo eco responsable para el desplazamiento: un par de bailarinas de la marca Rothy's, que fabrica calzado a base de botellas de agua recicladas, así como una bolsa deportiva de Prada de alrededor de 1.700 euros, hecha completamente de Econyl, un tejido a partir de materiales reciclados.