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 A lo largo de sus 66 años de reinado, la soberana británica ha tenido que lidiar con diversos tsunamis que la han azotado y que han hecho tambalear, en más de una ocasión, los cimientos de la monarquía británica

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Eduardo VIII del Reino Unido fue Rey tras la muerte de su padre Jorge V. Su Reinado fue breve, tan solo once meses (entre el 20 de enero de 1936 hasta el 11 de diciembre del mismo año) por una decisión que cambió la historia para siempre. El monarca abdicó para poder casarse con Wallis Simpson, una divorciada norteamericana de la que se enamoró perdidamente y por la que dejó todo por amor. Aunque legalmente podían casarse, el Gobierno le recomendó no hacerlo, pues el pueblo nunca la aceptaría como reina

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En ese momento, el príncipe Alberto, duque de York, accedió al trono como Jorge VI haciendo que su hija de diez años, una desconocida princesa Isabel, se convirtiera en heredera

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La hermana menor de Isabel II, la princesa Margarita, ocupó la segunda línea de sucesión al trono hasta el nacimiento de su sobrino, el príncipe CarlosSin unas labores institucionales bien definidas y siempre a la sombra pública de su hermana, Margarita protagonizó sonados escándalos amorosos que quitaron el sueño más de una noche a la soberana en la década de los años cincuenta

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Isabel II se enamoró perdidamente de Felipe de Grecia y Dinamarca siendo tan sólo una adolescente. Finalmente contrajeron matrimonio el 20 de noviembre de 1947 en la Abadía de Westminster momento en el que el joven príncipe pasó a ostentar el título de Su Alteza Real y duque de Edimburgo

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El duque de Edimburgo, genio y figura durante toda su vida, protagonizó hace un año un escándalo al provocar un accidente de coche. A sus 97 años, conducía su propio vehículo sin cinturón de seguridad cuando su todoterreno chocó con otro automóvil en el que viajaban dos mujeres y un bebé. La colisión le obligó a renunciar a su carnet de conducir

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1992 fue, sin duda alguna, uno de los annus horribilis de la monarquía británica. Así lo consideró la propia Reina no solo por los acontecimientos políticos o sociales que se sucedieron, sino por el plano más emocional: ese año tuvo lugar un divorcio, una separación y una crisis conyugal en el seno de la Familia Real. Tres de los cuatro hijos de Su Graciosa Majestad sufrieron vaivenes emocionales

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En 1993 un periódico australiano publicó una conversación muy íntima entre el heredero y Camilla que se conoció como Camillagate. Desde entonces, en Inglaterra no volvieron a pedirse tampones, sino Charlies, en referencia al contenido del diálogo del hijo de Isabel II

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Ese mismo año, 1992, todavía faltaba por llegar un destructivo incendio que asolaría una de las propiedades más queridas de la soberana. Ocurrió en el mes de noviembre, cuando el fuego, originado aparentemente por un cortocircuito, arrasó un centenar de habitaciones del Castillo de Windsor, causando además cuantiosos daños en otras estancias, así como en las colecciones y tesoros artísticos almacenados en el edificio debido al humo

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Su estilo era imitado, sus gestos, analizados al milímetro y su muerte, llorada por ciudadanos de todo el mundo. Sucedió el 31 de agosto de 1997, cuando el coche en el que viajaba se estrelló en el Tunel del Alma en ParísCon ella murieron sus sueños, pero nació una leyenda que todavía permanece viva en los corazones de sus dos hijos, Guillermo y Harry, y de muchísima gente

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Uno de los últimos tsunamis a los que se ha tenido que enfrentar la soberana -con permiso del protagonizado esta misma semana por Harry y Meghan- ha sido el que ha salpicado a su hijo Andrés. Exactamente 27 años después del incendio que asoló Windsor, también un 20 de noviembre, el duque de York anunciaba su retirada de la vida pública. El escándalo Epstein le pasaba factura hasta el punto de ocasionar importantes trastornos tanto en la Familia Real británica como en sus compromisos profesionales

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