Su viaje por Oceanía, la fiesta por el 70º cumpleaños del príncipe Carlos de Inglaterra, las celebraciones del Día del Armisticio, el concierto benéfico de la Royal Variety... La Duquesa de Sussex sigue imparable durante su embarazo y no solo no ha bajado el ritmo, sino que en estas últimas semanas ha tenido una agenda de lo más apretada. Este miércoles, Meghan ha cumplido con una nueva cita, esta vez en solitario, visitando un comedor social con el que tiene una relación muy especial.
La Duquesa de Sussex, que recibió una calurosa bienvenida, formó parte del libro de cocina Together: Our Community Cookbook, que además de ser su primer proyecto benéfico en solitario como miembro de la Familia Real británica, ayuda a los afectados por el fuego de la torre de Grenfell, que causó 72 muertos en junio de 2017. La mujer de Harry de Inglaterra fue la encargada de escribir el prólogo y ahora que han pasado unos meses ha vuelto a reencontrarse con las autoras del libro que crearon el conocido como Hubb Community Kitchen, que se encuentra en el Centro Al Manaar, en North Kensington.
Se trata de un comedor social en el que, a través de los platos y los menús que preparan, consiguen reunir y ayudar a las familias, amigos y vecinos, afectados por la catástrofe de la Torre Grenfell, con la intención de poder superar lo ocurrido. "Me sentí inmediatamente unida a este comedor social; es un lugar para que las mujeres rían, sufran, lloren y cocinen juntas", escribió Meghan Markle en el prólogo, añadiendo que: "Unir identidades culturales en un mismo espacio crea un lugar para sentirse normal de la manera más sencilla. Es una necesidad universal de conectar, nutrirse, y formar parte de una comunidad. Estas mujeres lo consiguen a través de la comida, ya sea en medio de una crisis o en un momento de felicidad".
Durante su visita al Hubb Community Kitchen ("hubb" significa "amor" en árabe, por lo que se llama "El comedor social del amor"), Meghan estuvo charlando con todas las mujeres que trabajan en el centro y, de nuevo, volvió a hacer su característico gesto premamá, tocándose la 'tripita' con la mano.
Meghan, que volvió a ponerse el delantal por una buena causa, se mostró feliz y muy orgullosa de todos los avances que han conseguido gracias a la recaudación de las ventas del libro. Además de reformar sus instalaciones y disponer de una cocina nueva, ahora el centro puede abrir los siete días de la semana (antes solo podía hacerlo dos días debido a la falta de ingresos), sus trabajadoras han podido realizar cursos para estar más preparadas en cuanto a técnicas de cocina, higiene y todo tipo de conocimientos que están siendo muy útiles para poder dar el mejor servicio a la comunidad. Las mujeres preparan diariamente 200 comidas, que son entregadas a grupos locales, incluyendo hogares de ancianos, refugios para personas sin hogar...
La Duquesa de Sussex estuvo en este comedor social por primera vez en enero de 2018 y, desde entonces, ha seguido realizando visitas de manera habitual pero de caracter privado.
Para la ocasión, la mujer de Harry de Inglaterra se decantó por un vestido de color burdeos con cuello de terciopelo de la firma The Club Monaco, que combinó con un abrigo a juego, medias negras y originales botines de tacón. Además, llevaba su melena recogida en una coleta baja con la raya al medio y un maquillaje muy natural, fiel a su estilo.