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Con un abrigo y sombrero verde -el color de Irlanda- y un vestido azul -el color del patrón irlandés, San Patricio-, la soberana británica y su esposo fueron recibidos a su llegada a Dublín por el viceprimer ministro y titular de Exteriores, Eamon Gilmore
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El gesto más emotivo y esperado de su primer día en Irlanda se produjo cuando la reina depositó una corona de flores ante el monumento que honra a los irlandeses caídos por la causa de la liberación nacional
3/11
Durante la solemne ceremonia celebrada en el Jardín del Recuerdo, en la céntrica Parnell Square, sonaron de nuevo los respectivos himnos nacionales y se guardó silencio por los republicanos irlandeses que lucharon contra la corona británica
4/11
En la residencia de la presidenta irlandesa, la soberana británica plantó un roble irlandés como símbolo del comienzo de una nueva era de entendimiento entre ambos países
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El miércoles, Isabel II y su marido visitaron el museo de la fábrica de la cerveza negra Guinness
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En el Gravity Bar de la emblemática fábrica de Saint James, la reina y su esposo protagonizaron la anécdota del día cuando rechazaron probar "la pinta perfecta", como la denominan los irlandeses
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Isabel II mantuvo una breve charla con el primer ministro irlandés, Enda Kenny
8/11
El miércoles por la tarde, la monarca y su marido efectuaron una visita al estadio dublinés de Croke Park, el escenario del primer "Domingo Sangriento" y campo casi sagrado para el nacionalismo irlandés
9/11
En la sala de trofeos, la reina se reunió con varios mandatarios regionales de la Asociación de Deportes Gaélicos (GAA), propietaria del estadio
10/11
Isabel II cerró su segunda jornada en Irlanda con una "cena de Estado" en el Castillo de Dublín, sede del Gobierno británico durante la ocupación de la isla
11/11
El histórico viaje ha continuado este jueves con una visita al Centro Nacional de Sementales en el condado de Kildare, al suroeste de Dublín, incluida en el programa dada la conocida afición de la reina a los caballos
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