Las fuertes lluvias que estos días han azotado Alemania, Bélgica y Países Bajos han dejado un paisaje desolador e incluso víctimas mortales. Calles anegadas y negocios afectados, daños que preocupan mucho a los habitantes de los lugares en los que ha descargado la tromba de agua. Estas inquietudes se trasladaron a los reyes Máxima y Guillermo de Holanda que recorrieron una de las localidades más dañadas por las tormentas. Las calles de Valkenburg aan de Geul, en la provincia de Limburgo, al sureste de los Países Bajos, se han convertido en ríos por los que transitar es una aventura