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Los reyes Felipe y Matilde de Bélgica han emprendido una visita de Estado a Luxemburgo de tres días que finalizará este jueves. Este viaje responde a la invitación hecha por los grandes duques de Luxemburgo, María Teresa y Enrique con los que guardan excelentes relaciones. El punto álgido de esta visita fue una cena de gala que tuvo lugar en el palacio Gran Ducal y en la que también estuvieron presentes Guillermo y Stéphanie, los grandes duques herederos.

En la velada, las tres parejas reales lucieron sus mejores trajes. Ellos, con uniforme de gala y ellas, con vestidos largos, que adornaron con espectaculares tiaras y joyas. La reina Matilde brilló de manera especial con un vestido en color buganvilla con transparencias y pedrería

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El viaje de los Reyes belgas a Luxemburgo es el décimo desde la investidura como monarca del rey Felipe en el año 2013, una muestra más de la cercanía de ambas Casas Reales. Para el acto central de la visita, María Teresa de Luxemburgo escogió la tiara belga con diamantes en espiral, Matilde de Bélgica, la del imperio belga y Stéphanie de Luxemburgo lució la bandeau de amatista y perlas, una de sus favoritas, con pendientes y pulsera a juego

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Imponente retrato de la reina Matilde en el que se aprecia la pedrería de su vestido y la fabulosa tiara del imperio belga, también conocida como la tiara de las nueve provincias belgas, después de que a la base y los once diamantes originales se les añadiera unos triángulos enmarcados. Representa a las nueve provincias del país, además del Congo y la ciudad de Bruselas. Fue un regalo de Estado a la princesa Astrid de Suecia, primera esposa de Leopoldo III de Bélica, por su boda en 1926. Es una de las piezas del joyero real favoritas de la Reina y la que suele elegir para las grandes ocasiones, así como para las fotografías oficiales. Completó su estilismo con dos pulseras, anillo de zafiros y pendientes de perlas

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María Teresa de Luxemburgo apareció en la cena de gala con muy buen aspecto después de su operación de rodilla de la semana pasada. Pese a estar convaleciente, no quiso faltar a esta importante cita con los reyes belgas. La Gran Duquesa eligió un vestido verde de Carolina Herrera que coronó con la diadema belga con diamantes en espiral, un regalo de bodas a la princesa Josefina Carlota de los belgas del Banco Nacional de Bélgica y fue la pieza elegida para coronarse el día de su enlace con el gran duque heredero Juan de Luxemburgo. Se trata de espirales de diamantes que rodean un fabuloso diamante, de gran calibre, en la parte central. Todo un guiño a sus invitados

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Stéphanie de Luxemburgo, que en febrero cumplió 35 años,  llevó a su cita en el Palacio Gran Ducal la tiara en forma bandeau de amatista y perlas a juego con unos espectaculares pendientes y pulsera. Su vestido, en color claro estaba cuajado de bordados dorados

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Momento del  brindis entre Enrique, gran duque de Luxemburgo, y Matilde de los belgas. Los Reyes de Bélgica llegaron a Luxemburgo a bordo de un tren especialmente programado por la red ferroviaria belga que les llevó directos desde la estación central de Bruselas a la capital luxemburguesa. El viaje de regreso también lo harán en ferrocarril

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La mesa estuvo majestuosamente adornada con candelabros y velas. Para la foto oficial del encuentro, todos los comensales se pusieron de pie, salvo la Gran Duquesa ,que permaneció sentada debido a su intervención quirúrgica en la rodilla. No estaba previsto que María Teresa de Luxemburgo acudiera a la cena, debido a que tendrá que estar varias semanas en reposo, pero la gran amistad con los Reyes belgas la llevó a acudir a la velada. En 2014, la Gran Duquesa tuvo una cirugía en la articulación de su pierna

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Durante la cena, los dos Soberanos dirigieron unas palabras a los presentes, entre los que también se encontraban Fernand Etgen, presidente de la Cámara de Diputados, y  Xavier Bettel, primer ministro

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Aunque la Familia Real belga se desplaza con bastante regularidad a Luxemburgo dada su estrecha relación -el rey Felpe y el gran duque Enrique son primos- esta es el primer viaje oficial de un jefe de Estado de Bélgica desde 1994, cuando lo hizo el recién coronado rey Alberto. Duaante estos días, han visitado el Ayuntamiento de Luxemburgo y han visitado el centro militar de Diekirch, donde pasaron revista a las tropas

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