Paola de Bélgica ha soplado las 80 velas de su tarta con la ayuda de prácticamente toda la Familia Real de los belgas después del concierto que se celebró en su honor. Y es que no podía faltar en el cumpleaños de su vida los amores de su vida: su marido, el rey Alberto; sus hijos, el rey Felipe junto a su mujer, la reina Matilde; la princesa Astrid con su marido, el príncipe Lorenzo; su nuera, la princesa Claire, que llegó sin su marido, el príncipe Laurent, el hijo pequeño de los soberanos, que por razones desconocidas sufrió un retraso de más de hora y media perdiéndose casi toda la celebración; sus nietos, los cuatro hijos de los Reyes belgas, los príncipes Elisabeth, Gabriel, Emmanuel y Eléonore; cuatro de los cinco de la princesa Astrid, el príncipe Amadeo con su mujer, la princesa Lili; el príncipe Joaquín, la princesa Luisa María y la princesa Leticia María (sólo la princesa María Laura, que vive y trabaja en Londres, no pudo acudir a la cita), y los tres del príncipe Laurent, la princesa Luisa y los príncipe gemelos Nicolás y Americ, y hasta su única bisnieta, la pequeña princesa Anna-Astrid, la primera hija del príncipe Amado y la princesa Elisabetta y la otra protagonista del cumpleaños de la reina Paola, que en un momento dado acaparó toda la atención mediática y convirtió la ocasión en su propia presentación en sociedad.
Paola de Bélgica apareció muy recuperada y visiblemente feliz de tener alrededor a los suyos. Y es que las celebraciones por su octogésimo cumpleaños suponen un respiro después de un año complicado para la reina Paola en lo que a la salud se refiere. A finales del año pasado sufrió una fractura de vértebras. Tan solo dos meses después, en febrero, una caída en su domicilio le acarreó la rotura de la cadera. A consecuencia de estos percances, sus actividades públicas durante los últimos meses quedaron suspendidas. La antigua Reina parece estar no obstante notablemente recuperada. Hace una semana, acompañó a su hija, a su nieto, el príncipe Amadeo, y a la esposa de éste, la princesa Lili, al concierto que la banda de rock Coldplay ofreció en el Estadio Rey Balduino de Bruselas
La reina Paola dedicó su día a sus causas. Detrás del concierto en su honor se encontraban la Fundación Reina Paola, la Capilla de Música Reina Elisabeth y la ONG Missing Children Europe, de las que la antigua soberana es Presidenta de Honor. Su fundación se creó hace 25 años con el objetivo de promover la integración y la formación de los jóvenes con menos recursos; la fundación de la Capilla de Música Reina Elisabeth ofrece formación artística a jóvenes músicos y la ONG Missing Children Europe protege a los niños de cualquier riesgo de violencia y abuso que pueden provocar o ser el resultado de su desaparición
¿Qué es una fiesta de cumpleaños sin tarta? Por supuesto la reina Paola no se quedó sin ella. Fue agasajada después del concierto con una enorme de la pastelería Wittamer, una de las mejores de Bruselas. Y, sí, la soberana pudo apagar la totalidad de las ochenta velas, y podrá cumplir así el tradicional deseo de cumpleaños, gracias a la inestimable ayuda pulmonar de algunos de sus nietos, como el príncipe Emmanuel, hijos de los reyes Felipe y Matilde, y sus primos, la princesa Luisa y los príncipes gemelos Nicolás y Americ, que soplaron con ella
Los otros protagonistas del cumpleaños de la reina Paola fueron los príncipes Amadeo y Lili, que se presentaron ante los medios de comunicación como exultantes papás primerizos con su pequeña en brazos. La princesa Anna-Astrid, nacida el 17 de mayo de 2016, debutaba en los retratos reales de familia con sus mejores galas (un vestido blanco con bordado de nido de abeja y rebeca y zapatitos a tono) y con cara de extrañeza por el enorme revuelo que su presencia causaba entre los profesionales de la prensa
La princesa Anna-Astrid, única bisnieta de la reina Paola, acaparó mimos y atenciones de todos los miembros de la Familia Real de los belgas, pero sólo a la princesa Claire y a sus gemelos, los príncipes Nicolás y Americ, les resultó casi imposible separarse de la pequeña
Astrid de los belgas ejerció de buena hija y vistió el 80º cumpleaños de la reina Paola de romanticismo, como expresión de sus propios deseos de dicha para su madre: lució para la señalada ocasión un atuendo rosa para una larga vida de color de rosa. Combinó el vestido de corte años 50, que constaba de un cuerpo entallado con hombros metidos y de una falda de vuelo con volantes escalonados y con un adorno de lazo en la cintura, con un chal de un tono más intenso y unas brillantes sandalias en plata. También ejerció de buena madre cuando, en un simpático gesto a su llegada, trató de convencer a su hija de que se adelantase para que los profesionales de la prensa pudieran captar mejor su belleza y elegancia de aquel día
La princesa Claire, esposa del príncipe Laurent, el hijo pequeño de los reyes Alberto y Paola, llegó sola con sus hijos, la princesa Luisa, que vistió la tendencia real del verano, chaqueta y pantalón blanco, y los príncipes gemelos Nicolás y Americ, que apostaron por la elegancia tradicional del traje azul