"Germán y yo somos dentistas, nos conocimos en Francia donde los dos fuimos de Erasmus y acabamos quedándonos a trabajar. Vivimos allí cinco años juntos. En 2019 decidimos dejarlo todo y volver a España, pero antes hicimos un viaje de tres meses en autocaravana por Australia y Nueva Zelanda. En ese viaje Germán me pidió matrimonio, fue un momento increíble, una excursión en kayak a una isla en medio de un gran lago en Nueva Zelanda. Como vivimos en Valencia, decidimos casarnos en Sevilla, aunque es más común que se celebré la boda en la ciudad de la novia, yo estaba encantada porque Sevilla tiene unos cortijos espectaculares y a la gente le hacía mucha ilusión venir a pasar un fin de semana", nos cuenta Carlota.
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