Estas 'celebrities' renunciaron al clásico vestido blanco el día de su boda
Actrices y 'royals' que apostaron por looks muy originales
Históricamente, en occidente, el color blanco ha sido el tono representativo de los vestidos de novia. La tradición se la debemos a la Reina Victoria de Reino Unido, quien el 10 de febrero de 1840, en su boda con el Príncipe Alberto, rompió con lo establecido. Hasta entonces la nívea tonalidad estaba reservada para las damas que se presentaban en la corte, mientras que en los enlaces imperaban diseños con otra gama cromática, especialmente la de los rojos. Su total white fue un desafío a las normas y se convirtió en sinónimo de pureza y fidelidad. Fue así como nació una tendencia que llega hasta nuestros días y que solo unas pocas valientes han decidido omitir. En la lista de los nombres que renunciaron al blanco en su gran día aparecen numerosas celebrities que demostraron que con rosas, grises e incluso negro, también se puede dar el sí, quiero.
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Marilyn Monroe
Después de Jim Dougherty, su primer marido, llegó Joe DiMaggio. Frente a su primer matrimonio, en el segundo Marilyn Monroe era una verdadera estrella, un personaje reconocido y un ídolo de masas, pero su pareja no se quedaba atrás. El que era uno de los nombres más admirados en el mundo del béisbol se ganó el corazón de la tentación rubia y le dio el sí, quiero en San Francisco, el 14 de enero de 1954. Este es, posiblemente su look de boda más aplaudido. Estaba compuesto por un clásico traje de chaqueta, realizado en lana, de tonos marrones, con un cuello de pelo muy elegante. Prueba de su éxito es que en 1999 el estilismo completo alcanzó la cifra de 33.350 dólares en una subasta.
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Audrey Hepburn
Durante un verano navegando en el barco de unos amigos, Audrey Hepburn se topó con Andrea Dotti y surgió el flechazo. El hecho de que él fuese casi 10 años menor que ella no supuso ningún impedimento para que surgiera el amor y terminara por convertirse en su segundo marido: en enero de 1969 se casaron en Suiza. Para la ocasión, la venerada actriz volvió a recurrir a su gran amigo Hubert de Givenchy que ideó un vestido de color rosa, corto, con un sutil volante en la manga acompañado por un pañuelo y unos guantes del mismo tono.
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Elizabeth Taylor
Más allá del look amarillo que escogió para su enlace con Richard Burton, la historia nupcial ha estado marcada por otros colores memorables que escogió Elizabeth Taylor para casarse. La boda en la que la intérprete dio el sí, quiero al cantante y también actor Eddie Fisher fue todo un escándalo en la época, pues este era el marido de la hasta entonces mejor amiga de la novia. La británico-estadounidense tuvo que convertirse al judaísmo para celebrar su enlace y su estilismo tampoco pasó desapercibido: un vestido vaporoso, estilo new look, en color verde botella, con mangas transparentes y pañuelo sobre la cabeza a juego.
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Sarah Jessica Parker
Pocas imágenes han trascendido de la boda de Sarah Jessica Parker y Matthew Broderick, que tuvo lugar en 1997. A diferencia del llamativo e icónico look que su personaje más sonado (Carrie Bradshaw en Sexo en Nueva York) lució en su enlace, su estilismo fue muy sencillo y sobrio, con tirantes y volumen en la falda aunque destacó por un detalle muy significativo: era negro. Pero a juzgar por las pocas fotografías que salieron a la luz de su gran día, estaba muy favorecida. Sin embargo, años después, la actriz admitía que se arrepentía de haber escogido este color: “Estaba demasiado avergonzada para dedicar tiempo a buscar un vestido de novia. Había una tienda que me gustaba y que conocía, así que fui y cogí lo primero que tenían colgado”, admitió. Y concluyo confirmando que ahora lo haría de otra manera.
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Beatrice Borromeo
Después de ocho años de relación, el 25 de julio de 2015 Beatrice Borromeo y Pierre Casiraghi celebraron su boda civil en el Palacio Grimaldi. Una semana después llegaría su ceremonia religiosa en una de las islas del lago Maggiore, pero sin duda su romántico look de tonos rosados para su enlace civil fue la primera sorpresa y también la más viral. Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli, cuando ambos estaban al frente de Valentino, el diseño de alta costura se realizó en seda y contaba con una capa de chiffon que conservaba sus aires novelescos.
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Carlota Casiraghi
El Palais Princier de Mónaco acogió el 1 de junio del pasado año uno de los enlaces más esperados del momento: el que unía en matrimonio a Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam. Por delante varios días de celebraciones, que empezaron con un discreto y sofisticado enlace civil. La novia escogió a Anthony Vacarello, al frente de Saint Laurent, para que ideara su primer vestido. ¿El resultado? Un diseño mini, en gris perla, con maxilazos, mangas largas y notas de brillo. Unos stilettos blancos atados al tobillo, unas joyas cuidadosamente seleccionadas y un clutch fueron los complementos elegidos para completarlo.
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Poppy Delevingne
A falta de una, buenas son dos bodas. En mayo de 2014, Poppy Delevingne celebró su enlace con James Cook por todo lo alto, vestida con un espectacular diseño firmado por Chanel. Pero no fue hasta una semana más tarde cuando la pudimos ver con un segundo vestido más colorido, en otra nueva celebración de su compromiso. Se trataba de una fiesta algo más desenfadada, de estilo boho, en la que se congregaron sus amigos más íntimos. Marruecos fue el escenario culpable de que la novia se decantara por una creación de Emilio Pucci, con Peter Dundas al frente de la propuesta, repleta de bordados de colores.
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Mandy Moore
El look más dulce de todos lo llevó, sin duda, Mandy Moore. Hace dos años, en su boda junto al músico Taylor Goldsmith, recurrió al rosa en versión maximalista gracias a la creatividad de las hermanas Rodarte. A la propuesta no le faltaron volantes, detalles florales en la cintura y mucho plumeti y, en consecuencia, su look se hizo viral. En cuanto a los accesorios, la actriz de Un paseo para recordar y This is us optó por construir un estilismo monocromático con zapatos y velo del mismo color que el vestido.
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