1/9 © Pilar. Foto: Lorena San José

Pilar es abogada, Raúl, Teniente de la Guardia Civil. Se conocieron en el tren, un domingo cualquiera, mientras ambos viajaban a Madrid. "Qué suerte que en Jaén no tengamos AVE, porque las cuatro horas de trayecto parecieron un segundo. Para nosotros fue como una primera cita sin parar de hablar. Fue amor a primera vista, y la semana siguiente quedamos cuatro veces. Raúl dice que supo que se casaría conmigo desde la primera semana". Y lo hicieron. Se casaron en Baeza –de donde es él, ella es de un pueblo muy cercano– el pasado mes de julio después de posponer, como muchas otras parejas, su enlace.

2/9 © Pilar. Foto: Lorena San José

"El 18 de julio no era nuestra fecha inicial, la fecha original era el 16 de mayo. Yo soy una apasionada de las flores y, además, Andalucía está preciosa en primavera. Por eso elegimos esa fecha. Sin embargo, como ambos vivimos en Madrid y la movilidad entre provincias no se permitió hasta junio, no tuvimos la opción de celebrar una boda íntima en nuestra fecha original, ya que no podíamos trasladarnos hasta Baeza por aquel entonces. Cuando entendimos que iba a ser imposible casarnos en mayo, estuvimos barajando varias opciones (como posponer unos meses, o dividir la boda entre familia y amigos), porque no nos apetecía esperar a 2021, y mi intuición me decía que en julio iba a ser nuestro momento", explica Pilar.

VER: ¿Cambiar la fecha de las alianzas si se aplaza la boda? Las novias responden

3/9 © Pilar. Foto: Lorena San José

La novia explica que "ya teníamos todo lo más importante organizado antes de marzo. La prueba de menú, por ejemplo, la hicimos en diciembre para dejar todo cerrado cuanto antes y relajarnos. No obstante, cuando pospones tienes que volver a organizarlo todo de nuevo aunque (afortunadamente) nosotros contamos con los mismos proveedores. Ha sido duro en muchos momentos ya que mucha gente tenía miedo, y nadie es impermeable a esas vibraciones. Por suerte nosotros teníamos claras nuestras prioridades".

4/9 © Pilar. Foto: Lorena San José

"Lo más especial de aquel día fueron nuestras miradas en la iglesia, era como si nos estuviéramos diciendo en silencio "lo hemos conseguido, por fin" durante toda la ceremonia", asegura Pilar.

VER: Respondemos las preguntas más repetidas de las novias sobre bodas y 'nueva normalidad'

5/9 © Pilar. Foto: Lorena San José

Elegir a la diseñadora que haría el vestido de su gran día no fue complicado. "Cuando mi madre y yo fuimos a conocer a Marcela Mansergas nos fue haciendo un boceto del vestido mientras yo contaba lo que me inspiraba. Fue muy emocionante. Cuando salimos de su atelier, ambas sabíamos que era ella, y mi madre estaba tan entusiasmada que se ofreció a regalarme ella misma el vestido que Marcela dibujó". El proceso empezó con normalidad: reuniones, pruebas, tomas de decisiones… Pero el Gobierno declaró el Estado de Alarma. Pilar solo había tenido tres citas.

VER: Un vestido de 'no novia' para Sara, la chica que celebró una boda íntima con 13 invitados

6/9 © Pilar. Foto: Lorena San José

"El proceso quedó entonces en stand-by, y solamente mantuvimos contacto telefónico para poder seguir adelante "a ciegas". Cuando la desescalada lo permitió pudimos hacer algunas pruebas finales, aunque el vestido ya estaba prácticamente terminado. Como había tantas restricciones a la movilidad entre provincias, mi madre no pudo acompañarnos, pero estábamos tan inmersas en el proceso que en esas últimas pruebas no me acordaba ni de tomar fotografías para mi madre y amigas, por lo que el vestido fue una sorpresa para todo el mundo", relata la novia.

7/9 © Pilar. Foto: Lorena San José

El resultado fue una prenda favorecedora, sencilla, con escote de pico y falda de línea 'A' asimétrica decorada por un elegante bordado. Un vestido atemporal, de corte clásico y muy romántico. Un look minimalista que Pilar completó con un peinado igualmente sencillo: un semirrecogido, muy similar al que lleva cada día. "Además, lo completé con una pequeña tiara de azucenas y un velo muy sencillo, para no quitarle protagonismo al velo de encaje de Bruselas que utilizamos en la velación", apunta.

VER: Natalia, la novia que eligió un vestido de Asos para su boda secreta

8/9 © Pilar. Foto: Lorena San José

Pero si hubo un detalle de su look nupcial lleno de anécdotas ese es el ramo. "Soy una apasionada de las flores, y tenía pensado algo muy sencillo como un ramo de lilas, con su aroma característico. Al posponer la boda a verano, tuvimos que replantearlo y me decidí por algo divertido y un poco extravagante".

9/9 © Pilar. Foto: Lorena San José

"El ramo definitivo lo preparé con mis mejores amigas en casa una vez que ya estaba vestida de novia. Me apetecía probar con una mezcla de flores encargadas previamente, como un híbrido de orquídea repleto de puntitos color berenjena, y unas rosas inglesas en tono melocotón. A esto le añadimos flores de nuestro jardín como buganvilla recién cortada. Quedó muy divertido y, sobre todo, muy suelto y desenfadado, que era lo que yo buscaba", explica. Un ramo único y muy especial.

VER: Ramos de flores naturales o preservadas, ¿cuáles son los más adecuados para cada boda?

Más sobre: