Las bodas han experimentado su propia revolución y han evolucionado al vertiginoso ritmo de las tendencias. De este modo, han ampliado su abanico de posibilidades, adaptándose a cada tipo de pareja y a cada estilo de mujer. Hay quienes deciden casarse en lugares tan idílicos como invernaderos, y las hay que huyen de los tacones y caminan hacia el altar en deportivas. También existen aquellas poco amantes de las joyas que no darían demasiado uso a un anillo de compromiso. Las bodas ya no entienden de normas, y las pedidas de mano tampoco. Aunque tradicionalmente se asocia con el regalo que se suele entregar a los hombres, una buena alternativa al solitario de una mujer también puede ser un reloj. La solución está en buscar un modelo todoterreno que se adapte tanto a situaciones especiales como a su día a día. Para todos aquellos que estén buscando respuestas este dilema, te mostramos las mejores ideas para acertar.