1/4 © Teresa Helbig
2/4 © Redes Sociales @teresahelbig

De primeras, podría resultar algo extravagante para las novias más clásicas. Sin embargo, haciendo un repaso a la última colección de Teresa Helbig, podemos afirmar sin ningún género de duda que es la opción más fresca y divertida de la temporada. Este tipo de tocados irradían carácter y son perfectos para combinar con vestidos últrarománticos, livianos o de esencia victoriana como los que propone habitualmente la diseñadora catalana. Según sus propias palabras, "me encantan las novias con una fuerte personalidad que saben aunar las contradicciones de la mujer moderna. Esas mujeres que insisten en seguir siendo ellas mismas el día de su boda y que rehúsan rendirse a su propia rebeldía". De ahí, estos detalles de flores naturales, bien en color blanco o rosas empolvados, con las que ha decidido completar el look de sus modelos, tal y como pudimos en sobre la pasarela Mercedes Benz Madrid Fashion Week.

3/4 © Alon Livne White

En esta misma línea, el israelí Alon Livne, idea para sus románticas novias de la línea White un tocado de características similares para su última colección nupcial. Como podemos comprobar, las grandes flores blancas sirven de punto de partida para recoger el velo, que se mezcla con abalorios bordados y tejidos de tul. Además, todos coinciden en que este tipo de detalles deben ir siempre con la melena recogida en un moño bajo.

4/4 © Naeem Khan

Las novias de Naeem Khan, por su parte, son conocidas por su refinado barroquismo alejado de las líneas más minimales. Entre sus propuestas, abundan los vestidos de elaborados encajes, sello de identidad de la casa, que se completan con detalles igualmente recargados en sus accesorios. Prueba de ello son estas flores blancas que sujetan el velo de la moda. Una estrategia que el propio diseñador ha conseguido llevar a la vida real en novias con fuerte personalidad. Este tipo de tocados podría ser la fórmula renovada del que llevó la princesa Carolina de Mónaco en su primera boda con Philippe Junot. Aquel adorno dispuesto a ambos lados de la cabeza perfectamente se podría adecuar a una novia actual y, de hecho, sigue estando presente y de plena actualidad más de 40 años después.

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