El mejor ejemplo lo tenemos en Blanca, la novia campera del sombrero y el pañuelo de seda que eligió a Roberto Diz para hacer realidad uno de los looks nupciales que arrasaron en 2018. Llevó un diseño de encaje con cuello a caja, manga corta y una falda con bolsillos laterales rematada con una enagua de tul, que daba movimiento sin resultar pesada. Aparte del sombrero de Reyes Hellín y el pañuelo de Hermès con los que consiguió diferenciarse de cualquier novia vista hasta ahora, la wedding planner, que junto con Almudena forman el equipo de Bambaela, consiguió el éxito con otros detalles pequeños y especiales que se resistieron a pasar desapercibidos a pesar de la grandeza del look. Se trata de unos botones de formas y tamaños dispares rescatados del siglo XVII, unas pequeñas obras de arte con sigles de historia que dejaban intuir la esencia del diseñador y reforzaban un look, de por sí, espectacular.