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La primera gran alfombra roja del año abre con los Globo de Oro y su habitual desfile de estrellas del cine y la televisión luciendo sus mejores galas. En este acto inaugural del calendario de entregas de premios, Penélope Cruz o Lady Gaga han llevado dos de los looks más comentados de la noche. Sin embargo, Julianne Moore no solo se ha alzado como una de las más elegantes de la velada, sino que se ha posicionado como una fuente de inspiración para futuras novias que se debaten entre el vestido, el dos piezas y el traje de chaqueta para lucir de camino al altar.

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La estadounidense, que siempre figura en las listas de las mejor vestidas, ha jugado todas sus cartas al color blanco y ha confiado en una original creación de Givenchy que no ha dejado indiferente a nadie. Se trata de un diseño que fusiona los tres conceptos más recurrentes en la moda nupcial de las últimas temporadas, y es que, aunque simula ser un dos piezas, es un vestido con textura de red rematado por un chaleco estructurado, con cuello halter y solapas de estilo esmoquin que esconde su propio efecto sorpresa en la parte posterior.

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De este juego de dobles escotes en la espalda, nace un enorme lazo que sigue la tendencia impuesta en la moda bridal de la última temporada. Estos detalles siempre han tenido una relevancia especial a la hora de componer un look nupcial. Tanto es así que diseñadoras como Carolina Herrera los han reinventado para sus últimas colecciones de novias llevándolos a su vertiente más extrema. Del mismo modo, Sarah Burton, la creativa de Givenchy que también fue la encargada de confeccionar el vestido de novia de Meghan Markle, apuesta por esta tendecia en alza que se adapta como un guante a la alfombra roja más codiciada del mes de enero. Para rematar el look de inspiración nupcial, una escueta cola que prende del lazo hace el resto y muestra una nueva alternativa para novias que quieren impactar con una espalda 10.

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