Se trata de un sombrero muy elaborado, hecho con paja sennit trenzada como el rostik japonés. Tiene la copa recta, el ala corta y la parte superior plana. Se conocen también como gorros gondoleros, típicos de la tradición veneciana. Se idearon alrededor de 1880 y se pusieron de moda en Francia a finales del siglo XIX por la exaltación de la navegación du canotaje, de ahí su nombre. Como volvemos a comprobar, este histórico sombrero no solo encaja bien en los meses más calurosos del año, ni solo en una ceremonia religiosa, ni solo con una blusa y un pantalón. Esta novia vuelve a demostrar su versatilidad combinándolo con un vestido de diferentes texturas y dotando al look de una enorme personalidad, apto también para bodas religiosas.