El próximo mes de mayo Meghan Markle y el príncipe Harry de Inglaterra protagonizarán la que sin duda será una de las grandes bodas del 2018. Ya sabemos el lugar en el que se celebrará el enlace, la capilla de St. George, en el castillo de Windsor. También todos los detalles del anillo de compromiso que diseñó el príncipe Harry. Pero lo que más ganas tenemos de conocer es cómo será el vestido de novia, el secreto mejor guardado de una boda.
Aunque todavía no se han desvelado detalles, la edición digital de HELLO! desvelaba el pasado 13 de noviembre algunas escenas de Suits, donde la actriz aparece vestida de novia por exigencias del guión. Alejada de la ficción, es posible que Meghan busque inspiración en los diseños que han lucido otras princesas y royals europeas.¿Rendirá homenaje a la princesa Diana de Gales? ¿Seguirá los códigos de su futura cuñada la duquesa de Cambridge?
Catherine Middleton
Para su boda la duquesa de Cambridge optó por un vestido con escote corazón sobre el que llevaba un cuerpo de encaje francés de manga larga. La falda, llena de volúmen y con una cola que alcanzaba los tres metros también tenía algunos detalles de encaje, y flores de seda superpuestas. Tras muchos meses de especulación al final su Sarah Burton, para Alexander McQueen, la encargada de diseñar uno de los vestidos más aclamados.
Princesa Diana
Se ha convertido en uno de los vestidos de novias más famosos de la historia y, probablemente, en uno de los más observados tanto por Catherine Middleton como ahora por Meghan Markle a la hora de elegir el suyo. Elizabeth y David Emanuel fueron los artífices de este llamativo diseño, elaborado en seda natural de color marfil y estilo romántico. Un vestido plagado de excesos (desde la cola de 25 metros a los volúmenes en el escote y las mangas), que lo hicieron único.
Reina Letizia
El día de su boda doña Letizia lució un vestido de seda natural firmado por Manuel Pertegaz. El diseño, en línea princesa y de color blanco roto, tenía escote en pico con cuello ‘corola’. Un elemento que marcaba el estilo clásico y sobrio que caracteriza, en los actos oficiales a la Reina. Los dos detalles más llamativos de su traje de novia fueron la cola de 4,50 metros, bordada con motivos heráldicos, y el velo, de tul, con la flor de lis bordada.
Princesa Magdalena de Suecia
Valentino fue el encargado de crear uno de los vestidos de novia más bonitos. El diseño, de organza en seda plisada con encaje de Chantilly en color marfil, estaba formado por pequeños pliegues verticales que se abrían con el movimiento de la falda y realzaban la cintura de la princesa Margarita. La cola, de unos cuatro metros, estaba rematada por un amplio y llamativo volante, el detalle más distintivo del vestido.
Princesa Charlene
El de la princesa Charlene de Mónaco fue el vestido de los récords, aunque aparentemente no lo parezca. Diseñado por Giorgio Armani, en líneas rectas y de color blanco roto, el vestido estaba salpicado por flores de piedras y cristales de Swarovski bordadas a mano. Para confeccionarlo se invirtieron más de 2.500 horas (solo para el bordado fueron 100), 40.000 cristales y 20.000 piedras. El resultado fue un vestido sencillo y muy favorecedor.
Princesa Victoria de Suecia
El escote tipo chimenea también fue el elegido por la princesa Victoria de Suecia para el día de su boda. Eso sí, un poco más bajo que el de Mary Donaldson y terminado en pico a la espalda. Quizá el único detalle llamativo, junto al fajín que bordeaba la cintura de la novia, del sencillo y clásico vestido que Pär Engsheden diseñó para un día tan especial.
Princesa Mary Donaldson
El diseñador danés Uffe Frank, que se había formado con Giorgio Armani, fue el encargado de confeccionar el traje de novia de la princesa Mary Donaldson. Un vestido entallado, elaborado en satén y de color perla, que dejaba al aire sus hombros gracias a un escote chimenea. Buena parte de la atención se la llevó el velo, una pieza elaborada en encaje por unas monjas irlandesas y que llevaba en la familia real danesa más de cien años.
Tatiana Santo Domingo
De inspiración bohemia y con un estilo fácilmente encuadrable dentro del boho chic, así fue el vestido que Tatiana Santo Domingo eligió para su boda civil con Andrea Casiraghi. Un diseño de punto con el sello de Missoni que complementó con una corona de flores y unas sencillas sandalias. El suyo es, quizá, el más original de todos los vestidos que han elegido las royals europeas, aunque su estilo desenfadado y la condición de la ceremonia se lo permitieron.
Princesa Carolina de Mónaco
Aunque hayan pasado ya casi cuarenta años desde la boda de la princesa Carolina de Mónaco con Philippe Junot, el sencillo vestido de Marc Bohan para Dior que lució está de máxima actualidad. Cada vez son más las novias que huyen de las siluetas corte princesa o las faldas llenas de volúmenes, por eso este diseño de corte evasé, con la cintura ceñida y ligeros toques de encaje podría servir de inspiración a Meghan.