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Por tradición o por gustos personales. La elección del velo que llevarás el día de tu boda depende de muchos factores, entre ellos tu personalidad. Este elemento tradicional que acompaña a los vestidos de novia es capaz por sí solo de transformar el look por sencillo que sea y dotarlo de actitud. Bohemia, romántica, clásica o minimalista... Basta con elegir un peinado adecuado y colocarlo de forma estratégica. En la siguiente galería de imágenes te mostramos 7 formas diferentes de llevar el velo según tu forma de ser.

© Laure de Sagazán

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Novias bohemias

Kate Moss encarnó a la perfección este prototipo de novia el día de su boda con Jamie Hince. Olvídate de peinetas, tiaras y coronas porque este tipo de velo tendrá protagonismo por sí mismo. Suelen estar asociados a un estilo retro y se llevan ceñidos a la cabeza, bien cubriéndola completamente o bien anudados a modo de bandana. Su aliado perfecto será una melena suelta, desenfadada y ligeramente ondulada. Si te identificas con este estilo y quieres encontrar inspiración bridal no pierdas de vista a la diseñadora francesa Laure de Sagazán, perfecta para novias desenfadadas que huyen de lo tradicional.

© Laure de Sagazán

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Novias minimales

El velo más simple, sin bordados ni apliques... tan sólo una gasa de seda será suficiente para las novias más sencillas que no quieran renunciar a este elemento el día de su boda. La firma catalana Cortana tiene su propia línea bridal, con diseños que apuestan por la dualidad de la gasa y el tul sin abandonar sus cortes tradicionales. Al igual que en prêt-à-porter, sus diseños son etéreos y rebosan comodidad. Como consecuencia, proponen para sus novias velos simples, semitransparentes, que recubren el rostro conforme al método más tradicional.

© Cortana

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Novias enigmáticas

Cada vez están más de moda las mujeres que eligen vestidos tipo capa para sus vestidos de novias. Las más atrevidas, además, incorporan el factor 'capucha' como elemento determinante de su look, capaz de proporcionar un halo de misterio. Este efecto se puede conseguir también con un sencillo velo colocado estratégicamente a modo de pañuelo, al más puro estilo años 50.

© Cortana

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Novias tradicionales

Es la forma originaria de llevar el velo. Tradicionalmente todas las novias cubrian su rostro con este accesorio, costumbre que se fue perdiendo en favor de estéticas diferentes y más modernas. Sin embargo, mujeres emblemáticas como Diana de Gales o la duquesa de Cambridge hicieron historia el día de su boda gracias a sus vestidos de princesa cubiertos con velo. Éste es un claro ejemplo de que, por tradicional que sea esta manera de llevarlo, se puede adaptar a distintas épocas y diferentes estilos. Para darle un toque especial, puedes sujetardo con diademas, tiaras, pasadores joya o coronas.

© Inés Martín Alcalde

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Novias originales

Distinto, arriesgado y todo un flechazo desde que Carlota Casiraghi se atrevió con él en un tocado que la convirtió en la perfecta invitada de boda. Sin embargo, esta tendencia delicada, misteriosa y con un punto sensual, se extrapola a las novias de Isabel Núñez como propuesta ideal para las mujeres que llevan la originalidad por bandera.

© Isabel Núñez

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Novias románticas

Ésta es, quizás, la forma de llevar el velo más utilizada actualmente. Muchas mujeres recogen su melena en moños bajos, coletas o semirecogidos de los que prende este accesorio, que se sujeta al pelo con pasadores-joya o tocados. Suelen ir asociados a las novias más clásicas, a las que les gustan los vestidos de líneas sencillas con un toque romántico.

© Pronovias

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Novias atrevidas

Las novias arriesgadas y de espíritu joven pueden decantarse por el velo corto, una opción alternativa al tradicional que permite mostrar la parte de atrás del vestido. Es una buena opción si se ha puesto especial énfasis en la espalda del diseño nupcial y tiene cierto aire rockabilly que lo hace irresistible (y muy cómodo).

© Pronovias

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