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Vestirse para un evento de tarde o nocturno puede resultar sencillo si tienes en cuenta estos cinco consejos que te proponemos.

¿Tienes una cita marcada en el calendario y te preocupa no dar con el vestido adecuado? ¿Temes no acertar con tu elección o sencillamente no sabes por donde empezar? Convertirnos en las invitadas perfectas es nuestro objetivo primordial en cuanto fijamos una fecha en el horizonte —ya sea una boda, un evento de empresa o una graduación—. Tras esto, sacamos todo nuestro “arsenal logístico” dispuestas a encontrar el modelo idóneo para la ocasión, con el que dejemos a los presentes boquiabiertos. Páginas de revistas marcadas, webs guardadas, varios tableros de Pinterest y cuentas de Instagram escudriñadas… ¿y todo para qué? ¡Para no errar ni un milímetro y dar con el vestido de noche más espectacular!

¿Vas a comenzar tu búsqueda? Pues si no quieres que quede ningún cabo suelto, antes de lanzarte a las tiendas, ten en cuenta estos 5 ‘tips’ que te vamos a dar, ¡son infalibles!

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1. EL TIPO DE EVENTO

Éste es un parámetro fundamental que has de tener en cuenta siempre, estés buscando un estilismo perfecto para un acto de día o para una fiesta de noche. Y es que, muchas veces se nos olvida el tipo de evento al que acudiremos y pecamos por exceso o por defecto. Es decir, no es lo mismo acudir a una boda de tarde, a una cita nocturna relacionada con nuestra empresa o a una graduación en las que somos la homenajeada o la invitada. En caso de ser un enlace, por ejemplo, tendrás que olvidar el color blanco —salvo expresa petición de la novia—, en cuestiones laborales un vestido negro y sobrio siempre es un acierto, mientras que si eres la invitada a una graduación podrás elegir un atuendo mucho más desenfadado que la protagonista. ¡Recuerda sopesar este punto!

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2. EL LUGAR

Antes de comenzar la búsqueda del vestido de noche perfecto con el que convertirte en el alma de la fiesta, es primordial que sopeses las características del lugar donde se celebrará el evento, más que nada para descartar opciones. Por ejemplo, si es una boda en la playa donde, puede sugerirte un estilo más bohemio confeccionado en tejidos fluidos que no te asfixien; en caso de ser en el campo y sobre jardines, tal vez no quieras ir arrastrando una cola como la de Chanel Iman, precisamente; y si es en territorio lluvioso, lo más probable es que no te apetezca que tu vestido toque el suelo. Medita previamente tu elección.

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3. CUESTIÓN DE FISIONOMÍA: COLOR Y SILUETA

Tenemos claro el tipo de evento y el lugar en el que se celebrará, ¡la mitad del trabajo está hecho! Ahora que nos hemos lanzado a la búsqueda, es capital conocernos a la perfección, saber cómo es nuestro cuerpo y qué siluetas resaltan nuestros mejores atributos; así como el color de nuestra tez y nuestro pelo para dar con las tonalidades que más nos favorezcan. Desde luego, todas tenemos zonas y características que queremos potenciar y otras que preferimos disimular, en el afán por sentirnos cómodas con un determinado diseño y convertirnos en las invitadas perfectas. Por eso mismo, te aconsejamos que previamente leas: ¡S.O.S. Boda! ¿Qué vestido le sienta mejor a mi cuerpo?

En cuanto al color, muchos estilistas afirman que en caso de ser morena, el rojo resulta la tonalidad más favorecedora, además de otros colores intensos como los verdes, azules, granates y violetas. ¿Tienes la tez morena también? No pierdas de vista el nude, el turquesa, los metalizados y las tonalidades tierra.

Si eres rubia y tienes la tez pálida, elige tonos como el rojo cereza, el azul cielo, los morados y los rosados, ¡te favorecerán sobremanera!

En caso de tener la tez clara y una melena rojiza, conságrate al verde y a las tonalidades pastel, por ejemplo.

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4. LA TELA

Este punto está muy relacionado con los dos primeros, es decir, con el tipo de evento, el lugar en el que se realice y la altura del año en la que estemos. Es decir, no es bueno escoger un vestido con un tejido suntuoso y abrigado para ir a un evento en la playa con más de veinticinco grados —como las invitadas a la boda de la modelo Ana Beatriz Barros que podéis ver en esta imagen que la top compartió en sus redes sociales—, si no queremos acabar sudando por los cuatro costados. Del mismo modo, un modelo excesivamente ligero y vaporoso para una cita fría en el exterior, puede ser otro gran problema.

Además, a la hora de elegir la textura y las características del tejido de tu vestido, recuerda que también marcarán la pauta en cuanto a los complementos, y es que ¡menos es siempre más! Si llevas un tejido rico cargado de apliques y bordados, apuesta por accesorios más discretos y minimalistas. En el caso de que vistas un modelo más sobrio o monocolor, puedes hacer alarde de unos complementos de excepción que levanten todo el look. ¡Busca siempre el equilibrio!

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@anabeatrizbarrosofficial

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5. ¡CABEZA FRÍA!

Existen reglas no escritas, pero no son imposiciones. ¿Se recomiendan vestidos largos de noche? Sí, pero eso no quiere decir que en el caso de que no te sientas cómoda con ellos o no creas que te favorezcan, no puedas optar por un modelo corto. Existen infinidad de vestidos de noche midi con un corte adecuado para ti.

Por otra parte, ármate de paciencia, porque es posible que no encuentres a la primera ese vestido que hará las delicias de tu próxima cita. Ten medianamente claro lo que estás buscando, sopesa cuánto piensas invertir en él y lánzate a las tiendas con la mente abierta y mucha tranquilidad, ¡ese vestido te está esperando a la vuelta de la esquina! Además, cabe recordar a la hora de decidirse que aquello que le favorece a una chica en una foto, no tiene por qué sentarnos bien a nosotras. Conocer nuestro cuerpo es fundamental, así como sentirnos cómodas dentro de un determinado diseño y tener total libertad de movimientos —nada de ir ajustada hasta la extenuación ni caminar como muñeca articulada—.

¡Ya estás lista para comenzar la búsqueda!

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