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Otra opción más sobria pero que mantiene la misma silueta es el modelo Raciela, elegante y sencillo, de crepe isabelle y con escote palabra de honor. La opción perfecta para aquellas que quieran ir a la última sin dejar a un lado la elegancia y feminidad propia de un vestido de novia.

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Raluy es la maravilla de la última colección: un impresionante vestido de corte sirena que viene acompañado con una gran sobrefalda extraíble y que está elaborado con encaje y tul. Bordados florales se encuentran presentes en toda la pieza, que se remata con una espalda de estilo ilusión con tul cristal y encaje.

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Su versión contraria es Radley, la pieza más discreta de la colección y puede que, a su vez, la más elegante. De diseño sirena, presenta una apertura lateral en la pierna y está realizado en crepe monique. Su escote en barco y mangas largas le dan ese toque de sobriedad que logra romperse en la espalda, elaborada en tul y pedrería. Como lo definen en Pronovias, un vestido que es una joya.

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Pero para joya, el cuerpo de este impresionante modelo llamado Ralisa, logra que parezca tatuado directamente sobre la piel. Se combina con una falda con una gran cola en raso que, como todos los modelos sirena, se ciñe a la silueta de cada novia realzando su figura.

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