El vestido: un espectacular traje rojo de Lorenzo Caprile con cola y mangas de gasa transparentes, sujetas con dos broches de joyería. Pocas veces hemos visto a la Princesa tan radiante como aquel día, con un elegante recogido en ondas, muy a la española.
En la Boda Real de Victoria de Suecia y Daniel Westling, en 2010, con un traje color nude de manga corta y flores de tela bordadas, diseño de Felipe Varela. El peinado: un delicado recogido trenzado y tiara de platino y brillantes.
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La chaqueta, de escote en pico, dejaba al descubierto un top en el mismo color, con falda de ruffles y complementos a juego.
En aquella ocasión, la futura Princesa escogía un dos piezas con americana cuello chimenea y total look en blanco, firmado por Armani. El estilo de la chaqueta lo replicaría meses más tarde en su vestido de novia, con cuello del mismo estilo, obra de Manuel Pertegaz.
El debut de Doña Letizia como invitada de boda después de anunciarse su compromiso con el príncipe Feliz, no fue la boda de Dinamarca, sino la de Abigail Rocasolano, en Boadilla del Monte (Madrid), para la que la futura princesa escogería un elegante dos piezas metalizado, con guantes en color negro.
A su llegada a la Boda Real de Federico y Mary de Dinamarca en mayo de 2004. La boda danesa, apenas unos días antes del enalce entre los príncipes de Asturias, se convertía en la puesta de largo de Doña Letizia ante el resto de Casas Reales europeas.
En la víspera de la boda entre Federico y Mery de Dinamarca, Doña Letizia apostaba por un diseñador español -Lorenzo Caprile-, una costumbre que mantendría a lo largo de los años, decantándose por un dos piezas con corpiño encorsetado en color plata y brocados de seda, y falda larga carmesí.
En la boda entre Beltrán Gómez Acebo y Laura Ponte en Segovia, con un elegante dos piezas de estilo español, con top negro de marcado escote, y fala carmesí con brocados azabache.
Espectacular, a su llegada a la boda entre Fernando Gómez Acebo y Mónica Martín Luque, con un dos piezas en color rosa chicle, que recuerda inmediatamente a uno de los looks más icónicos de Lady Di.
Mucho más desenfadado que otras bodas de la realeza, el enlace entre Nicolás y Tatiana de Grecia tenía lugar en el verano de 2010. Para la ocasión, la Princesa de Asturias se dacantaba por un traje de inspiración helénica en color azulón, con escote a un hombro y detalles cruzados de pedrería, enroscados sobre el torso.
En la víspera de la Boda Real de Inglaterra, en el hotel Mandarin Oriental de Londres, Doña Letizia deslumbraba con un espectacular vestido de noche de falda princesa, también de Felipe Varela, en color lavanda y con bordados de flores.
A su llegada a una de las grandes Bodas Reales del siglo XXI: la de Guillermo de Inglaterra y Catherine Middleton, en Londres en abril de 2011. La Princesa repetía con Felipe Varela, con un vestido de muselina plisada en color rosa con corte a la rodilla, que casaba con la etiqueta de una boda de mañana.
Doña Letizia también respetaba la etiqueta del sombrero para las damas requerida entonces por los Duques de Cambridge, con este tocado de Pablo y Mayaya con ala volada y redecilla, en el mismo color que el vestido.
En el enlace entre Guillermo de Luxemburgo y Stephanie de Lannoy, en octubre de 2012, con un look muy similar al de la Infanta Elena: vestido malva a la rodilla y abrigo de entrtiempo en tonos nude, con flores de tela.
En la víspera de la Boda Real de Suecia, a su llegada al Concert Hall de Estocolmo, con vestido rojo de escote strapless y falda de volantes con abertura lateral.
