Regresa uno de los híbridos más memorables. Y no nos referimos a las prendas de crochet, ni a las sandalias de farmacia que ahora vemos llevar a las chicas que más saben de moda. Hablamos de la falda-pantalón, o lo que es lo mismo, skort (término que nace de la unión de las palabras en inglés, short y skirt). Es una prenda que tuvo su máximo esplendor en la década de los 2000 y ahora vuelve con fuerza. Si pensabas que esta pieza tan cómoda había quedado en el olvido, estás muy equivocada. La falda-pantalón es la tendencia inesperada del verano que verás llevar a partir de ahora a todas tus amigas.
Es cierto que identificarlas a veces es difícil, sobre todo en el street style. A simple vista parecen faldas, pero luego debajo o por detrás, cuentan con un pantalón mini muy cómodo.
Tendencia y comodidad
Lo mejor de la falda-pantalón es, sin duda, su capacidad para solucionar el inconveniente que sufrimos cuando llevamos faldas muy cortas. Además, estilísticamente hablando, son más favorecedoras porque marcan menos la zona de la tripa. Estilizan, y puedes ir confortable durante todo el día, sin tener que estar pendiente de si se te sube o baja la falda. La buena noticia es que hay muchos diseños y formas: en satén, lino, de colores lisos, estampados…¡Encuentra tu opción favorita!
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