La americana ha multiplicado su versatilidad para trasladarse de las oficinas a las calles en looks de todo tipo. La llevamos sobre sudaderas o vestidos casuales y, por supuesto, con el tándem básico de camiseta y vaqueros. Ahora que ha llegado la primavera, su presencia es incluso más evidente, pues ha pasado a sustituir al definitivamente al abrigo de paño. Y con el buen tiempo, también nos animamos a cambiar la paleta cromática por una más alegre, distinta de la que adornaba nuestros plumíferos, así que el resultado se resume en los mil usos que podemos dar estos próximos meses a las blazers de colores que antes no sabías cómo combinar.
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