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Lejos quedaron esos días en los que las zapatillas estaban reservadas exclusivamente para el gimnasio. En todos sus formatos, estas han pasado a convertirse en el calzado cómodo predilecto por todas, incluso para las mujeres amantes del taconazo. Y es que las deportivas son muy distintas hoy a lo que eran décadas atrás. Han cambiado su composición y resistencia, a la vez que se reinventaron las siluetas por otras más aerodinámicas y apegadas a las últimas tendencias, así como a nuestras nuevas exigencias. Entre estos cambios destaca, por supuesto, la demanda por una confección sostenible y responsable, en línea con el compromiso con el medioambiente que los jóvenes consumidores reclaman a la industria de la moda, el segundo sector más contaminante. 

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Nuevas tecnologías aplicadas al calzado

Gracias a ellas, somos capaces de hacer con materiales antes impensables (desechos alimenticios, microplásticos del océano o incluso leches vegetales) zapatillas revolucionarias y distintivas. Fundada en 1911, la italiana Superga tomó la iniciativa con las primeras suelas de caucho natural y recientemente su icónico modelo 2750 ha sido reformado con algodón orgánico y ojales cosidos para evitar el uso de aluminio. A ello se suman este 2022 incontables marcas que buscan alternativas, finalmente posibles, a las nocivas prácticas industriales.

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Las zapatillas 'skate' que arrasan en 2022: blancas, básicas y sostenibles

A pesar del auge del maximalismo en la moda, nuestros zapatos de diario parecen dirigirse en una dirección contraria, quizá como reacción al regreso del tacón alto y las plataformas. Decimos adiós a las coloridas deportivas chunky para devolverles su merecido lugar a las zapatillas blancas con suela de goma plana, aunque esta vez bajo nuevos principios 'eco' que a su vez garanticen calidad y durabilidad. Estos diseños triunfadores, propios del baloncesto y el patinaje, vuelven en sus versiones sostenibles para demostrar que, cuando se trata de las proezas más intensas, menos realmente es más

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El enfoque underground de Mint & Rose

Creado en 2012, este sello mediterráneo de ropa, calzado y accesorios ha acertado al darle el nombre SKATE a su más reciente lanzamiento de zapatos deportivos. "El patinete representa un vehículo hacia la autenticidad", explican. Estos primeros dos modelos bautizados en homenaje a Peggy Aoki y Patti McGee, pioneras del patinaje femenino, son tan combinables como confortables, gracias a su diseño liso y sus plantillas de gel. Hechos por completo en España con canvas y caucho natural, su meticulosa confección no influye en el precio, una exigencia del consumidor que quiere cuidar el planeta sin dejarse el sueldo en el intento. De hecho, son los primeros zapatos de la marca que se venden por menos de 100 euros

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Sanjo: el saber hacer portugués invade España

¿Cómo un sello con más de 90 años de historia consigue renovarse constantemente? Vítor Costa, director creativo de Sanjo, parte de una imagen cercana a la cultura callejera, en la que resulta evidente la influencia de la comunidad skater. Para esta insignia portuguesa pionera en el arte de confeccionar zapatillas, el uso de materiales sostenibles o reciclados es obligación. Además de aplicar el upcycling o la reutilización de recursos, se propusieron echar mano de un caucho termoplástico vegano con certificación de PETA para la realización de sus suelas y tejidos orgánicos para sus lonas. Algunos de sus modelos incluso están elaborados al 100% a partir de botellas de plástico recicladas.

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Las míticas de Victoria

Desde 1915, hace más de un siglo, la sencillez de las zapatillas Victoria se ha convertido en el estandarte de la comodidad Made in Spain. Fabricadas en La Rioja de forma artesanal, sus modelos de siempre se han adaptado con el tiempo a los preceptos de la sostenibilidad. En la composición de sus suelas, por ejemplo, se emplean aceites vegetales en lugar de minerales, mientras que en el proceso de vulcanización quedan descartados los pegamentos y adherentes químicos, incrementando su grado de biodegrabilidad. Su modelo No Trace, de hecho, está elaborado con neumáticos reciclados y en algodón 100% orgánico, siendo este tan solo uno de los ejemplares que ofrece la línea Dear World de Victoria.

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Dooet, piel renovada con suelas de leche

Si bien muchas firmas han optado por dejar el cuero y otras fibras animales de lado por completo, Alba Vilaseca y Pep Planas, fundadores de esta nueva marca de Santpedor (Barcelona) especializada en las nuevas tecnologías que ofrece la industria del calzado, se han decantado por el uso de la piel curtida bajo prácticas más sostenibles. Cuentan con tenerías certificadas por la organización Leather Working Group que emplean energías renovables y reducen al máximo el consumo de agua. Por si fuera poco, sus suelas de látex natural se obtienen a partir de la leche de los árboles de hervéa, sembrados y cuidados en bosques ecológicos, producto de 50 meticulosas operaciones manuales que transforman esa materia viva en tus próximas zapatillas básicas favoritas. 

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Zapatillas casi comestibles, cortesía de Saye

Es la firma de deportivas veganas de moda, fundada en Barcelona en 2018. Sus esfuerzos en materia de investigación han dado frutos: sencillas, multifacéticas y confeccionadas con napa de cactus ecológicos, piel de frutas desechadas u otros componentes plant-based. Las zapatillas HI, inspiradas en el clásico ejemplar de baloncesto, ganaron rápidamente el título de 'superventas' por su diseño moldeable y su composición biodegradable de maíz, bambú, algodón orgánico y caucho natural. ¿Necesitas más razones? Su iniciativa Restoring Forests les ha permitido ir incluso más allá: por cada par de zapatillas vendidas se siembran dos árboles, resultando hasta la fecha en casi 215.000 nuevos árboles plantados en áreas recuperadas. 

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