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La infinita variedad de formas y estilos de los vaqueros, así como su composición atemporal y resistente, traspasa las barreras de la edad y el género. Sin embargo, no todo es color de rosa. A pesar de ello, asumen la medalla de oro como pieza de moda con mayor impacto negativo en el medio ambiente.

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¿Y en qué se diferencian unos vaqueros normales de unos sostenibles? Todo reposa en la composición: materiales de fibra de algodón cultivada orgánicamente y bañada en tinte índigo, que distan mucho de las fibras sintéticas que difícilmente pueden transformarse en algodón reciclado y que, además, son una fuente inminente de microplásticos para los océanos en cada lavado. 

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La calidad y presencia del algodón encarece el vaquero: a mayor porcentaje en la composición, mayor será el costo. Otro factor que puede influir en el precio final es que este cuente con selvedge, una costura interior gruesa y casi secreta en el dobladillo que permite que el vaquero no se deshilache y dure más.

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Estos últimos años, incluso las firmas de fast fashion, como Zara o H&M, se han propuesto producir vaqueros con tecnologías conscientes sin elevar sus precios, algo que quizá solo ellas se pueden permitir. Primark ha sido la más reciente en sumarse con su colaboración The Jeans Redesign

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Los vaqueros de esta colaboración eco-friendly, con la Fundación Ellen McArthur -cuyas prendas no cuestan más de 25 euros la pieza- están fabricados con un 70% algodón orgánico, 29% algodón reciclado y 1% elastano, mientras que las chaquetas contienen un 80% algodón orgánico y 20% algodón reciclado.

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