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La protagonista de esta historia es una gargantilla de esmeraldas estilo art déco que perteneció inicialmente a la reina María, abuela de Isabel II, y que esta última decidió obsequiar a su nuera como regalo de bodas sin saber que le provocaría un disgusto.

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Isabel II jamás llegó a estrenar esta pieza de Alta Joyería, pues le resultan incómodas las gargantillas ajustadas, y prefería que su nuera la tuviese. Esta, por supuesto, la presumió con orgullo en numerosas ocasiones, aunque resalta una entre todas.

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Durante su segunda gira por Australia, concretamente en la gala del hotel Southern Cross de Melbourne, Diana de Gales deslumbró a la prensa internacional al combinar un vestido de satén turquesa, diseñado por David y Elizabeth Emanuel, con aquella reliquia real llevada a modo de diadema, algo que disgustó mucho a su suegra. 

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Aquel altercado con la Reina tal vez la convenció no volver a profanar aquella prenda tan preciada para ella, por lo que en los años siguientes 'Lady Di' se limitó a portarla en su versión original, como un collar.

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Era una de sus piezas preferidas al punto de lucirla mucho después de haberla recibido, una vez divorciada de Carlos.  Esta imagen fue hecha en una gala de celebración por su cumpleaños 36 en la Galería Tate de Londres, pocas semanas antes de su trágico desenlace.

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Diana de Gales se divirtió con más de un regalo de bodas. En 1985, el Príncipe Heredero de Arabia Saudita le obsequió un set de joyería de diamantes y zafiro. Ella ordenó transformar algunas partes de estas piezas en una gargantilla de diamantes. 

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Así la llevó en más de una ocasión a lo largo de 1985 y 1986. Primero, a un espectáculo londinense de ballet; después, a un concierto benéfico en Gales y, posteriormente, durante el mismo viaje a Australia en el que ocurrió el altercado con las joyas de la Isabel II. 

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Un año después de aquel mítico baile en Australia, repitió esta novedosa fórmula usando su alhaja de zafiro saudí para asistir a una cena formal en el Palacio Imperial de Tokio, como ya había hecho con el collar de esmeraldas. 

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