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Desde hace más de 50 años, Raffaella Carrà se mantuvo en primera línea del espectáculo y lo hizo con su flequillo platinado intacto. La presentadora, cantante y bailarina se consolidó paulatinamente como icono de la cultura popular gracias a su vibrante personalidad y a sus llamativos estilismos, dignos de la mejor showgirl: brillos excesivos, vestidos con arriesgadas aberturas, hombreras maximalistas y estridentes estampados formaban parte de las señas de identidad de la gran diva italiana. Estos detalles que hoy resultan habituales fueron en su momento un escándalo para la conservadora sociedad italiana de los años setenta, convirtiéndola en objeto de deseo y modelo a seguir para todos los que se sintieran diferentes. Ha fallecido este 5 de julio, a sus 78 años, dejándonos un interminable legado de moda para recordar por siempre. 

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Inspiración flamenca

No es un secreto que Raffaella Carrà sentía una especial adoración por España. Después de todo, había dejado claros ya los beneficios de vivir en el sur. Esta fascinación se tradujo también en sus looks de aires flamencos, en los que incorporaba faldas amplísimas con capas y volantes infinitos en alusión la indumentaria folclórica de este baile tradicional. 

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Con su sensual sello característico

Ella estuvo ahí antes de que Madonna, Beyoncé o cualquier estrella de pop se atreviese con el body que deja las piernas enteramente al descubierto. Casi cuarenta años después, las famosas 'generación Z', como Bella Hadid, buscan superar los límites de sensualidad que en su tiempo fijó la gran diva de Italia. 

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Atrevidas aberturas

La presentadora fue de las primeras en lucir los cut-outs que hoy en día son tendencia suprema entre las jóvenes con más estilo. La misma Madonna ha reconocido que estos reveladores estilismos compuestos por sujetadores decorados y vestidos con aberturas, frecuentes en el vestidor de la artista italiana a principios de los noventa, fueron una de las principales inspiraciones para su gira MDNA de 2012

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Devota de las mangas hiperbólicas

Es, sin lugar a dudas, un símbolo de la moda europea de los años ochenta, ya que puso en práctica casi todas las tendencias que reinaban en aquella época. Las magníficas hombreras y mangas amplias como un globo fueron por mucho tiempo su especialidad, pues las incorporaba en vestidos, capas y americanas. En esta imagen promocional para la televisión italiana, viste una chaqueta de inspiración aristocrática con influencias militares en blanco satinado, una falda fruncida en tono champán y potentes joyas.

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Mezclaba estampados como nadie

Su atrevida forma de ser siempre se tradujo en su estilo. Carrà marcó la pauta en este sentido, cuando aún no era común juntar patrones contrastantes. Un ejemplo es este célebre mono que lució alrededor de 1974, una pieza que mezcla la 'pata de gallo', preferida por Diana de Gales años más tarde, los motivos psicodélicos y los cuadros tradicionales

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A más, mejor

Coco Chanel tenía un popular dicho que reza: "Antes de salir de casa, mírate al espejo y quítate un complemento". Carrá, sin embargo, parecía aplicar justo la premisa contraria. Este es uno de sus trajes más conocidos, un mono rojo acampanado con escote de corazón y vistosos volantes en mangas y bajo que usaba para presentar su tema Fiesta, haciendo alusión también con el vestuario de sus bailarinas a la tradición del flamenco

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Llevó el 'vestido mariposa' original

La última gala de los Grammys, celebrada en marzo, dio bastante de qué hablar en términos de estilo. Dua Lipa llevó un vestido vintage de Versace con diseño de mariposa que 20 años después había estrenado Christina Aguilera. ¡Y no fueron las únicas! Ya Mariah Carey y Salma Hayek se habían atrevido en los noventas con tops similares. Lo que pocos saben es que Raffaella Carrà se adelantó a este furor en 1978, cuando bailó en su programa Fantástico con el original 'vestido mariposa', de Luca Sabatelli. 

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De Roma a Los Ángeles

Luca Sabatelli, uno de los fieles diseñadores de Raffaella Carrá a lo largo de la vida de la presentadora, fue el encargado de confeccionar este vestido drapeado con lentejuelas multicolores, en 1978. El creador explica que su visión provino de la estética vamp (vampiresa) de los años cincuenta; es decir, lo que hoy llamaríamos una femme fatale en toda regla, rompiendo con los cánones del viejo Hollywood

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La polémica 'torera'

Entre las piezas de tradición española que más gustaban a la presentadora estaba la chaqueta torera. En más de una ocasión, evocó la estética de 'El Matador' que ha servido de influencia para tantos grandes diseñadores. Este formato micro hacía visible su abdomen, una revelación para la recatada televisión italiana. 

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Una reina solo necesita su capa

Era 1977 y tras una serie de éxitos grabados tanto en italiano como en español, la cantante visitaba Madrid para ofrecer un concierto que no dejaría indiferente a sus espectadores. En él, hizo gala de su pomposo estilo con una serie de piezas maximalistas, entre los que se encontraba esta gran capa de jacquard y flecos frontales, bajo la cual vestía un cuerpo negro que le permitía presumir sus piernas, algo aún escandaloso en el período de Transición.

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Impactaba también fuera de los escenarios

Aunque fuera principalmente conocida por su estilo al frente de las cámaras, su armario cotidiano no tenía nada que envidiar a las mallas brillantes ni a los ostentosos vestidos de gala. Retratada a finales de los años setenta, Carrá personifica en esencia la moda de su tiempo. 

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