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Si alguna vez has estado en Londres en pleno verano entenderás enseguida en qué consiste el swinter, el término que se aplica a los días summer & winter y que son precisamente esos días en los que el tiempo cambia tantas veces que es casi imposible no salir de casa sin una prenda de cada estación. En el resto del mundo este fenómeno se conoce como entretiempo: días de viento, sol, un poquito de lluvia, después más viento y en los que encima tienes que encajar un outfit para el gimnasio y otro para el afterwork.

La tendencia swinter viene al rescate de todos esos días en los que el armario es una auténtica verbena de abrigos de lana, vestidos de verano, bufandas, americanas y botas vs. sandalias. ¿Me pongo medias o no? ¿El vestido por encima de los pantalones? ¿Cuando le digo adiós al abrigo?

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Londres es la capital del Reino Unido, y auténtico destino de referencia si queremos experimentar la temporada swinter en todo su esplendor. Hay otras tantas capitales en las que podemos tener una experiencia parecida (Dublín, por ejemplo, o Reikiavik y Berlin), aunque Londres es la única que tiene una fashion week destacada dentro del circuito internacional.

A la vista está: Alexa Chung, con un adelanto del entretiempo excelente, con summer dress de color blanco con un capazo de asas. Si extraes estas dos prendas de su look se trata de un conjunto 100% summer, apto incluso para un día de calor. Añádele una gabardina sobre los hombros y medias finas con topos y voilá, ya tienes un look swinter mucho más flexible para el entretiempo.

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Una de las claves de las prendas de entretiempo son las texturas que añadimos a las prendas que llevamos habitualmente. Por ejemplo, una cazadora suave de piel vuelta con vaqueros añade calidez y contrarresta que comencemos a llevar un zapato más abierto, como unos mules destalonados o unas botas con aberturas. La de la imagen es de Max Mara.

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O esta cazadora bomber de ante con cuello elástico sobre un jersey de cuello vuelto básico en color negro.

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El truco del summer dress combinado con camiseta interior es otro clásico para estirar un vestido de verano hasta casi el invierno, y podemos hacer lo mismo cuando comenzamos a introducir prendas veraniegas a nuestro look al inicio de la primavera.

La temporada pasada triunfaron sobre todo los vestidos lenceros y tipo slip sobre camiseta blanca (una herencia de los años 90), aunque la fórmula también se puede adaptar a otros diseños como los maxivestidos de flores; si son de un tejido fino como la gasa podemos añadir siempre una capa extra en forma de gabardina, blazer o abrigo.

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El truco de experta definitivo: el de Leandra Medine, del blog Man Repeller, que añade una prenda extra a su dos piezas de color crudo con medias de topos enroscando un jersey de punto en torno al cuello a modo de bufanda.

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Sin el chaquetón azul, este conjunto de Sara Sampaio es ideal para plantarle cara a un día de clima complicado: minidress de encaje transparente en negro + minidress de punto en negro por encima. Los cortes de ambos vestidos se complementan tanto en el cuello (uno es cerrado hasta la barbilla, el otro Bardot y caído de un hombro), como en el largo, con la prenda de arriba un poquito más corta que la de abajo.

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Tanto la gabardina como el trench y el abrigo de color beis son prendas clave a la hora de poner en práctica el look de entretiempo: todas ejercen de prenda de abrigo ligera en un color neutro, como pueda ser el beis pero también el azul marino, sin que resulte molesta y además protegiendo de la lluvia o el viento. Estas prendas triunfan en ciudades como Londres, donde la temporada swinter dura desde el comienzo de la primavera... hasta prácticamente la primavera siguiente. Los 365 días del año.

Si llevas un vestido de verano sin medias, opta por la versión más gordita y cálida en la transición de febrero a marzo...

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... y por la versión más ligera y flexible a partir del mes de abril, combinada con un minidress y un zapato abierto o zapatos bajos en materiales naturales.

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La falda o el vestido por encima de los pantalones, otra fórmula infalible que se adapta al entretiempo. Este cruzado y de terciopelo es de Zara y los vaqueros de Levi's, el modelo recto que se lleva esta temporada.

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La teoría de las capas aplicada a la temporada de entretiempo permite recuperar prendas que creíamos completamente desterradas de nuestro armario. Una de ellas es el vestido pichi, que en formato denim se transforma en un peto vaquero con falda como los que llevábamos en la década de los 90, y que podemos recuperar en temporadas de transición con un jersey de punto ligero por debajo y medias, e incluso añadir una americana como capa extra.

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Los pantalones culottes son totalmente summer friendly y al mismo tiempo casi, casi abrigados. Es decir, es la respuesta a todas tus preguntas cuando no sabes que pantalón elegir en un día en el que el parte meteorológico indica que vas a pasar por las cuatro estaciones del año en menos de 24 h. Para que veas lo adaptable que esta prenda, el mismo total look en negro puede adaptarse a varias situaciones distintas: combínalos con un top con biker y zapatillas deportivas para conseguir un estilo más desenfadado y casual.

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O con unos botines con tacón alto (Victoria Beckahm elige los de pérspex que se pusieron de moda hace dos años), con idéntico top en negro y una rebeca a juego.

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Gigi Hadid no se lo piensa dos veces cuando tiene que salir en tirantes a la calle en pleno invierno: su look es la versión más extrema del swinter, porque sólo lleva dos capas y compensa una de ellas (un vestido de verano de tirantes con escote en 'U' muy bajo), con la otra, un abrigo grueso de piel de borreguito.

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Aunque muchos estilismos swinter prescinden de las medias, especialmente en los mix de falda corta + abrigo, si la prenda superior es más bien cortita, como una americana o una torera, es mejor optar por unas medias, eso sí mucho menos tupidas que las que llevamos en pleno invierno. Despídete de los leotardos, hola medias de fantasía. Esta temporada, además, se llevan las medias de rejilla por debajo de los vaqueros, sin calcetines.

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