Única, rebelde, divertida, irónica y polifácetica. Pocos apostaron por ella cuando su frágil imagen –muy delgada y no muy alta para las pasarelas- y su pícaro rostro se asomó al mundo de la moda. Sin embargo, poco a poco y debido a estas diferencias, Kate Moss se hizo un hueco privilegiado en el mundo de la moda, convirtiéndose en todo un icono, que está de enhorabuena.
Hoy, 16 de enero de 2019, la top británica cumple 45 años. Una señalada fecha que celebró rodeada de amigos y de su novio, aplaudiendo así sus ya más de cuatro décadas de éxitos y hechos significativos que recopilamos en esta galería fotográfica.
Muy bien acompañada en su última fiesta de cumpleaños
Ayer, Kate Moss quiso despedir sus 44 años (y dar la bienvenida a sus 45) con una fiesta en el restaurante China Tang en Myfair, Londres. Allí, junto a ella, no pudo faltar su actual pareja, Nikolai von Bismarck, con quien aparece en esta fotografía. Sin embargo, tampoco faltaron a la algunos de sus mejores amigos, como la diseñadora Stella McCartney, la actriz Liv Tyler o la maquilladora Charlotte Tilbury.
Una carrera como modelo que comenzó de forma casual
Hija de Linda Rosina y Peter Edward Moss, Catherine Ann ‘Kate’ Moss nació el 14 de enero de 1974 en Croydon, Greater London (Inglaterra). Desde muy pequeña su rostro impactaba por su picara mirada y desparpajo ante la cámara. No es de extrañar que, en 1988 con 14 años, la fundadora de la agencia Storm Model Management, Sarah Doukas, viera en ella a una futura modelo. El encuentro fue casual en el aeropuerto de JFK (Nueva York), donde Kate se encontraba tras volver de vacaciones en Bahamas.
Ella era diferente: muy delgada y no muy alta –no supera el 1,70 metro de altura-. Sin embargo, Sarah quiso darle una oportunidad… y acertó con su intuición. En esta imagen, podemos ver una instantánea de su primera sesión fotográfica. Fue tomada por David Ross en 1988 para ver el potencial de la joven Kate frente a la cámara (en 2012, ésta y otras imágenes de la sesión se subastaron por la casa Bloomsbury).
La 'Twiggy' de los noventa
La historia de Kate Moss podría asemejarse a la trayectoria de la modeloTwiggy en los años 60. Al igual que esta, llegó y revolucionó la moda de forma meteórica. Su nacimiento se produjo en plena revolución de las supermodelos. Mujeres con cuerpos curvilíneos y gran altura, como Claudia Schiffer, Cindy Crawford, Linda Evangelista o Helena Christensen. Sin embargo, ella cumpliría el papel de la anti-supermodelo, aunque pronto llegó a ser una más y sin perder su sello personal. Firmas como Versace catapultaron su fama. Sin embargo, fue el norteamericano Calvin Klein (sobre estas líneas, en su desfile de primavera-verano 1999) quien le reportó el empujón necesario para triunfar ofreciéndole un contrato millonario y exclusivo que acentuó aún más todas sus cualidades personales. Y, como no, también su bello rostro aniñado jugó un papel fundamental.
Los premios no dejaron de celebrar su personal imagen
La moda se rindió ante Kate Moss, convirtiéndola en todo un icono y haciendo que su currículum sea de lo más extenso con trabajos para firmas como L'Oréal Paris, Rimmel, Roberto Cavalli o Longchamp, entre otras. No tardaron en llegar premios para festejar sus éxitos. En 1995 (en la imagen), fue distinguida como mejor modelo en los prestigiosos galardones VH1. ¿Otras distinciones? Por ejemplo, recibió un British Fashion Award 2013 en reconocimiento a toda su carrera y un Oscar de la moda (o CFDA Fashion Awards) en 2015 como icono de moda.
No es raro que, ante este potencial, muchos hayan visto en ella algo más que una modelo. De hecho, Kate Moss también ha probado suerte como diseñadora, por ejemplo, para la firma Topshop.
Una personalidad divertida que hace amigos
Y no todo han sido premios y trabajos, su caracter también le ha reportado grandes amigos dentro del mundo de la moda, como los diseñadores Marc Jacobs, Stella McCartney Alexander McQueen y Donatella Versace; o el fotógrafo Mario Testino.
Buena compañera que consigue BFF
¿Quién dice que las modelos se llevan mal entre ellas? Con Kate parece queda claro que esto no es cierto. Su abierta y simpática personalidad le ha llevado a ser una de las más queridas no sólo entre por los diseñadores sino también entre sus compañeras. Y, de ellas, con la que ha demostrado una mayor complicidad siempre ha sido con la británica Naomi Campbell.
Enamoradiza, pero cuenta con romances que han sido controvertidos
Su vida privada tampoco ha quedado apartada de los flashes fotográficos. Su noviazgo de juventud con el actor Johnny Depp, con quien llegó a comprometerse, hizo correr ríos de tinta, ya que fueron una de las parejas de los noventa más mediáticas (rompieron en 1998). Su relación no funcionó, como tampoco la que tuvo con el cantante Pete Doherty, con quien también llegó a comprometerse en 2006, aunque rompió en 2007. Durante estos años, vivió una etapa de su vida llena de excesos y polémicas que, tras unas escandalosas fotos en las que aparecía consumiendo sustancias ilegales, hizo que su carrera se tambaleara. Muchas firmas pusieron fin a sus contratos con la modelo, aunque otros la apoyaron en todo momento. Ella pidió perdón y entró en un centro de rehabilitación. Meses después, su potencial la llevó a retomar con éxito las riendas de su carrera profesional.
Jefferson Hack, un hombre significativo en su vida
No obstante, una de sus relaciones más estables fue la formó con el editor de moda Jefferson Hack (2001-2004). De hecho, junto a él, se convirtió en mamá, tras el nacimiento de su hija, Lila Grace, en 2002.
El matromonio que no fue 'para siempre'
No obstante, quien le enamoró por completo fue el guitarrista del grupo The Kills, Jamie Hince. Con él, contrajo matrimonio el 1 de julio de 2011 en la iglesia de St. Peter en Southrop (Inglaterra). Para la boda, la modelo eligió para la ocasión un vestido blanco diseñado por otro de sus grandes amigos, el modisto John Galliano. Sin embargo, su matrimonio no funcionó y, en 2016, llegaron a un acuerdo amistoso con el que firmaron su divorcio.
Su estilo también es icónico
Lo que ha llevado Kate siempre ha marcado tendencia. Triunfan en su armario el estilo bohemio y el roquero, que combina a la perfección para conseguir un equilibrio entre ambos. Además, arriesgó con tendencias que conviritó en hits, como el binomio blazer-pitillos, por ejemplo. Además, las gafas de sol en invierno, los sombreros borsalinos o las botas hasta la rodilla se convirtieron en un must gracias a ella.
La alfombra roja también se rinde a su estilo icónico
Aunque no son muy frecuentes sus apariciones sobre la alfombra roja, cuando pisa una se convierte en el objetivo de todos los flashes. Su aliado de estilo para estas ocasiones suele ser el color negro, ya sea llevando un little black dress o un vestido largo con algo de cola o superposiciones. Sin embargo, inolvidable fue su aparición en el Festival de Cine de Cannes 2016 con un vestido rojo con amplia abertura en la falda.
No duda en arriesgan con cambios de look radicales
Camaleónica como pocas ‘tops’, Kate ha cambiado de imagen varias veces a lo largo de su carrera. Se ha atrevido con todo, desde el corte estilo pixie (uno de sus más icónicos) hasta una melena estilo bob, pasando por rizos muy suavizados. Sin embargo, y aunque es castaña, el tono rubio suele ser su preferido y es el que actualmente lleva, aunque varíe la tonalidad: caramelo, miel, ceniza…