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En sus más de diez años como miembro de la familia real británica, la actual princesa de Gales ha lucido tan solo cuatro de las tiaras que se encuentran a su disposición como futura reina de Inglaterra, siendo la impresionante Lover's Knot, preferida por Diana, la que supera con creces al resto si analizamos los looks de Kate. Si bien algunas de las preciadas alhajas de Isabel II ahora están en manos de su hija, la princesa Ana, o sus nietas, hijas del príncipe Andrés, otras muchas han pasado (o pasarán) a la mujer del príncipe Guillermo, heredero al trono.

 

Las tiaras que Kate no ha estrenado aún

Después de que nos dejase boquiabiertos al debutar la tiara Strathmore Rose, una tiara que llevaba 90 años sin ver la luz, durante la reciente visita de Estado del presidente de la República de Corea, aprovechamos para hacer recuento de las preciosas piezas que podríamos ver a Kate llevar en un futuro, sea como princesa de Gales o una vez que ascienda al trono su marido. 

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Tiara Fringe

Fabricada por la reina María de Teck, en 1919, esta tiara de tipo fringe fue entregada a la Reina Madre tras la ascensión al trono de su marido, en 1936, quien usó la pieza para su primer retrato oficial. Le prestó la tiara a su hija, la entonces princesa Isabel, en 1947, como tiara de boda, y también a la Princesa Ana y Beatriz de York, para sus bodas, en 1973 y 2020 respectivamente. Desde que fue heredada por la Isabel II en 2002, la hemos visto en público pocas veces. Una de ellas sería el retrato por el Jubileo de Diamante de la fallecida monarca, en 2012.

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Tiara Kokoshnik de la reina Alejandra

La gran tiara Kokoshnik de diamantes que María de Teck había heredado de su suegra, la reina Alejandra de Dinamarca, esposa del rey Eduardo VII, en 1925. Fue diseñada en 1888 para imitar las que llevaba la hermana de Alejandra, María Fiódorovna Románova (bautizada al nacer como Dagmar de Dinamarca). Isabel la usó por primera vez en público durante su gira por la Commonwealth, en 1954, y continuó llevándola regularmente durante el resto de su largo reinado.

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Tiara de las Niñas de Gran Bretaña e Irlanda

Entregada a la reina María de Teck el día de su boda como regalo de sus damas de honor, es otro tocado que Isabel II heredó a través de su abuela, conocido cariñosamente dentro de la familia como 'tiara de la abuela'. Décadas atrás, se quitaron sus perlas originales para incorporarlas a la tiara Lovers’ Knot que tanto adora la actual princesa de Gales. Se cree que la tiara de las Niñas de Gran Bretaña e Irlanda era una de las favoritas de la monarca porque la usaba a menudo e incluso se la representa usándola en algunos billetes. Tras su muerte, pasó a manos de la reina Camilla.

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Tiara Vladimir

Cuando la duquesa María de Mecklemburgo-Schwerin se casó con el gran duque Vladimir Alexandrovich de Rusia, tercer hijo del zar Alejandro II de Rusia, en 1874, encargó a Bolín una espectacular tiara de círculos de diamantes entrelazados, engastados en oro y plata, con perlas colgantes en forma de pera. Podía lucirse con o sin las perlas, que en ocasiones serían reemplazadas por las esmeraldas de Cambridge. En cualquiera de sus tres versiones, fue el complemento estrella de muchos de los looks de gala de Isabel II en vida.

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Tiara de Aguamarinas Brasileña

En el año de su coronación, 1953, el pueblo de Brasil le ofreció a la reina Isabel II un magnífico set de joyas de diamantes y aguamarinas. En 1957, encargó a Garrard que le hiciera una tiara a juego con las joyas y se construyó un bandeau de bajo perfil, pero en la década de 1970, Elizabeth decidió hacer que la pequeña tiara fuese de gran tamaño, creando la imponente diadema de diamantes y aguamarina que permanece en la colección a día de hoy, una que Kate jamás ha llevado.

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Tiara Greville

Diseñado como un panal de abejas por Lucien Hirtz, de Boucheron, en 1921, utilizando piedras de una tiara Palmette anterior, la tiara Greville original, fue un encargo de Margaret Greville, socialité y gran amiga del rey Jorge VI y la Reina Madre. En su testamento, esta dama dejó todas sus joyas, así que pasó a su joyero en 1942. Once años más tarde, hizo que Cartier la modificara ligeramente, agregándole altura adicional y un gran diamante de talla marquesa junto con cuatro diamantes redondos de un broche desmantelado. Con la llegada del nuevo milenio, se convirtió en la tiara más usada por la reina Camilla desde sus tiempos como duquesa de Cornualles.

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Tiara Birmana de Rubíes

La tiara de rubí birmana se confeccionó en 1973 con 96 rubíes que le había regalado Birmania a la Reina y los diamantes de la tiara Nizam de Hyderabad, que fue desmantelada. Fue encargada a Garrard y muestra elementos que se asemejan a las rosas de Tudor. Se cree en la cultura birmana que estas piedras protegen de los males y enfermedades, por lo que ciertamente llamó la atención cuando la soberana decidió llevar la tiara durante la visita de Estado del expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump. En noviembre de 2023, la reina Camilla la rescató para un banquete con el presidente de la República de Corea.

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Tiara Indian Circlet de la reina Victoria

Diseñada para la reina Victoria en la década de 1850 por el príncipe Alberto, es una reliquia de la corona, lo que significa que Isabel técnicamente heredó su uso en 1952, al convertirse en Reina. Pero era una de las favoritas de la Reina Madre, así que fue esta quien la conservó hasta su muerte, cincuenta años después. Isabel II la usó en público solo una vez, para un banquete en Malta en 2005, de modo que esta fue la última tiara que “estrenó” durante su reinado de platino.

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Tiara de Zafiros

También conocida como Tiara de Jorge VI, esta pieza se originó con la princesa Luisa de Bélgica, quien la usó como collar. En 1963, fue adquirido por la Reina, quien lo convirtió en una tiara, para combinarlo con el parure de zafiro que Jorge VI le había regalado a Isabel II como regalo de bodas en 1947. Es de las pocas tiaras que ha comprado, no heredado ni recibido como regalo. Actualmente, esta espectacular pieza se encuentra en el cajón de la reina CamiIla. La debutó durante una visita de Estado del presidente sudafricano en el palacio de Buckingham, en noviembre de 2022.  

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Tiara Delhi Durbar

Fabricada por Garrard por orden de la reina María para el célebre Delhi Durbar de 1911, una asamblea de masas realizada en el Parque de la Coronación de esta ciudad para honrar a los soberanos del Reino Unido. La versión original presentaba las famosas esmeraldas de Cambridge en la parte superior, pero la Reina María le dio la versión de diamantes a la Reina Madre para la gira por Sudáfrica de 1947, quien la conservó hasta su muerte, cuando pasó a Isabel II. La reina Camilla ha usado esta pieza solo una vez, como duquesa de Cornualles, durante la visita de Estado de la casa real noruega en 2005.

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Tiara Teck Crescent

La primera portadora de la tiara fue la princesa María Adelaida, duquesa de Teck y abuela de los reyes Eduardo VIII y Jorge VI. Su tía, la princesa Mary y duquesa de Gloucester, le dejó al morir una extensa colección de joyas, que ella combinó para construir esta tiara. Esta existe hoy como una hilera de veinte medias lunas de diamantes que abrazan tres rosas engastadas con diamantes, con una delgada banda de diamantes en su base. Pasó a heredarla su nuera, María de Teck, aunque ella jamás la llevó en público, y esta ha llegado hasta la reina Camilla sin ver la luz desde antes de la Segunda Guerra Mundial. Tal vez sea Kate, cuando Guillermo ascienda al trono, quien se encargue de desempolvarla. 

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