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Un año más, la familia Grimaldi se reúne en la catedral de Nuestra Señora Inmaculada del Principado de Mónaco para asistir a una solemne misa de acción de gracias y un Te Deum, un cántico que la tradición católica le atribuye a los Santos Ambrosio y Agustín y con el que se celebra el Día Nacional de Mónaco, también llamado Día del Príncipe.

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la entrada a la basílica ha estado repleta de grandes estilismos, entre los que ha destacado el de la princesa Charlene gracias a su look rojo de arriba a abajo. De esta manera, ha hecho un bonito guiño a la Casa Grimaldi, ya que el cuadrado en este tono es el símbolo que les representa en la bandera nacional del Principado.

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A la salida de la catedral de Nuestra Señora Inmaculada, también hemos podido ver a las hermanas del príncipe Alberto, Estefanía y Carolina, que tan elegantes como siempre, han seguido a los príncipes para saludar al arzobispo de Mónaco.

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Esto supone la confirmación de que se encuentra perfectamente, algo que ha demostrado al lucir impecable gracias a su total look en rojo: un vestido de corte midi al que se le superpornía un abrigo de paño con doble botonadura y amplias solapas del mismo color.

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Una vez más la atención estaba puesta en los pequeños detalles, esos con los que la princesa Charlene rinde un homenaje tanto al Principado como a la familia real. Así, ha optado por estrenar unos preciosos pendientes con los colores de Mónaco elaborados en diamantes y rubíes de su colección de 2016.

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