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Este sábado 19 de noviembre Charlene de Mónaco regresaba a las celebraciones por el Día Nacional tras dos años de ausencia. 

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Así, la Princesa hacía su entrada a la catedral junto a su marido, el príncipe Guillermo, así como Estefanía de Hanover y Calorina de Mónaco. 

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Para la cita, ha escogido un impecable abrigo blanco que creaba el efecto de un vestido. Prenda que ha combinado con unos pantalones del mismo tono y, a contraste, jersey de cuello vuelto, guantes y pamela negros. 

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La pieza protagonista destacaba por su original diseño, ya que de la espalda nacía una discreta capa que se prolongaba hasta los pies. 

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Un estilismo que recuerda inevitablemente al look que la Princesa lució en 2019, cuando también apostó por un abrigo blanco, pantalones al tono y jersey de cuello vuelto, guantes y sombrero. Si bien en aquella ocasión el blanco era el total protagonista. 

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Más acorde a su estilo roquero, el contraste creado por el blanco y el negro ha marcado la diferencia y ha conseguido que Charlene no dejara a nadie indiferente. 

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Como toque final, unos pendientes de perlas y un broche de brillantes en forma de lazo que lucía en el pecho.

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