La maleta de Máxima en Estados Unidos: brillos, capas y un bolso 'Sirenita'
La reina de los holandeses ha optado por la sostenibilidad
Máxima de los Países Bajos dio por finalizado este fin de semana un viaje oficial por Estados Unidos al que su marido, el rey Guillermo Alejandro, pudo asistir por motivos médicos. Entre el seis y el nueve de septiembre, la Reina derrochó una vez más simpatía y naturalidad, además de estilazo, en sus distintos compromisos a lo largo y ancho de los estados de Texas y California, donde ha abogado por la sostenibilidad luciendo casi la totalidad de sus prendas y accesorios reciclados. El pasado viernes, clausuró su visita desde la ciudad de Houston, donde brilló de nuevo con un conjunto bicolor de lo más elegante.
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El top-lazo más elegante
Entre todas sus apuestas a lo largo del viaje, nos ha fascinado este ensamblaje de cuerpo de seda blanco con escote barco y drapeados laterales, que está decorado con un gran lazo a la cintura para realzar la figura de la reina neerlandesa. Lo combinó con unos sencillos pantalones palazzo negros; salones clásicos de tacón fino, de Gianvito Rossi, y un original bolso de mano con forma de concha, de la firma Kayu. Y sus pendientes no de quedan atrás: rescató del joyero real un par de doble perla con pequeños diamantes y lo llevó con su broche a juego.
El mono de flores más favorecedor
En su discurso final para despedirse de Estados Unidos, Máxima ofreció un discurso de agradecimiento ante los representantes políticos de Texas luciendo este alegre mono de flores fucsias sobre fondo blanco. Una pieza de cuello barco, mangas francesas y pantalón palazzo de la firma Seren London que ya había lucido en su retrato oficial por el Día del Rey de 2020. Como en aquella ocasión, lo llevó con un cinturón grueso que definía su figura.
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Un vestido naranja con pedrería y diadema XL
Máxima aprovechó su paso por Houston para informarse sobre las últimas tecnologías empleadas para el tratamiento del cáncer en el Centro Anderson Cancer, donde acudió con un vestido midi de Natan en color naranja con cuello redondo y mangas acampanadas que destaca por el broche de pedrería que la misma reina holandesa añadió al cinturón de la pieza. Por si fuera poco, llevó una diadema de flor lateral y brazaletes dorados, todo rematado por unos salones de ante marrón chocolate, de Gianvito Rossi.
Plisados verdes
Su último día en San Francisco estuvo marcado por su visita al puente Golden Gate, así como por este precioso vestido de escote barco, manga kimono y falda midi evasé, de Natan, confeccionado en un tejido plisado de seda verde decorado con motivos de flores de almendro. Para potenciar su figura, la pieza cuenta con un cinturón ancho a conjunto, accesorio que realza la silueta sin generar cortes visuales. Para aportar una imagen algo más otoñal, lo combinó con accesorios en tono burdeos a contraste: salones de piel con puntera afilada, de Gianvito Rossi, y un bolso de mano, de Sophie Habsburg.
Una estatuilla dorada
La reina de los neerlandeses acudió a una recepción en el Ayuntamiento de San Francisco con este conjunto reciclado que le habíamos visto en las fotografías oficiales por su 49º cumpleaños. Firmado por Claes Iversen, el top asimétrico de volante plisado al hombro y cinturón dorado llama especialmente la atención por el anillo de oro que adorna su escote, un accesorio que hace referencia a la indumentaria de las mujeres de la tribu Ndebele.
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Una estatuilla dorada
En cuanto a los complementos, Máxima no dudó en añadir todavía más brillo al ensamblaje con su bolso clutch de cuero dorado trenzado Good Evil Eye, de Begüm Khan; las sandalias Poppy 100, de Gianvito Rossi, confeccionadas en cuero patente metalizado, y su confiable reloj Tank, de Cartier. Aunque hubiese sido más apropiado recoger su rubia melena para presumir al completo de su espectacular top, se decantó finalmente por lucir el pelo suelto y peinado de lado con ondas ligeras.
Un vestido 'Barbie' con capa
Su primer look, tan solo horas después de su llegada a California, Máxima se reunió con la alcaldesa de San Francisco en el ayuntamiento de la ciudad. Resaltó inevitablemente en la foto de grupo con su vestido midi de cuello redondo, falda acampanada y capa frontal en el escote. Es el diseño Edwige, ultrafemenino y muy sencillo, de la firma Natan, confeccionado con crepé de seda rosa chicle, y ya pertenecía a su vestidor. Lo llevó en las últimas celebraciones por el Día del Rey, pero en aquella oportunidad apenas pudimos distinguir la pieza, pues llevaba encima un abrigo-capa y, sobre su cabeza su cabeza, una gran pamela.
Un vestido 'Barbie' con capa
Con fin de ceder protagonismo a su vestido de alta costura, Máxima escogió complementos sutiles: un nuevo cutch de sobre Jige, de Hermès, en piel empolvada; sus pendientes de diamantes y kunzita con forma de lágrima, de Steltman, que tiene desde 2015; los salones Gianvito 105 de ante praliné, de Gianvito Rossi, y el brazalete pequeño Le Cube Diamant de oro amarillo y diamantes, cortesía de Dinh Van. Reforzando esa imagen extrasofisticada, recogió su pelo en un moño formal que generalmente reserva para citas de gala o fiestas nacionales.
Su traje blanco de Massimo Dutti
El traje blanco con el que la Reina de Países Bajos hizo su llegada al aeropuerto de San Francisco lleva el sello de Massimo Dutti y lo estrenó el pasado 17 de julio de 2020. Está compuesto por una chaqueta ligeramente entallada de un solo botón y bolsillo solapero, y un pantalón a juego de corte recto. Desde entonces, lo ha llevado en más de cuatro ocasiones y se posiciona, por ende, entre las piezas favoritas de su armario. A modo de constraste, seleccionó además otra prenda de la misma firma española, un top asimétrico de punto canalé de color negro que conecta con sus accesorios.
Su traje blanco de Massimo Dutti
Los complementos de Máxima en este primer look sirven para resaltar la elegancia y luminosidad del lino blanco. Utilizó un bolso de hombro pequeño de cuero negro entrelazado, el ejemplar Mini Olimpia de Bottega Veneta, y los salones Santa Fe de diseño cowboy en cuero blanco y negro con tachuelas miniatura incrustadas, de Gianvito Rossi. Cuesta diferenciar, debido a la calidad de la imagen, pero se piensa que pudo haber lucido también sus pendientes colgantes de doble perla que posee desde hace más de 10 años.