Kitty Spencer se fija en sus 'primas' Meghan y Kate para ser la invitada perfecta
La aristócrata británica ha asistido a una boda con dos vestidos que recuerdan al estilo de las duquesas
Cuando se cumple un mes de su espectacular boda de cuento, en la que lució hasta 5 vestidos diferentes, lady Kitty Spencer ha vuelto a aparecer en público con motivo del enlace de su amiga lady Jemima Herbert, quien contrajo matrimonio con Hugo Davis en Wilton House este fin de semana. Para esta cita tan especial, la aristócrata lució dos diseños en clave 'midi' firmados por su casa fetiche, la italiana Dolce&Gabbana, de la cual es embajadora desde hace varios años. Aunque ambos resultaban totalmente elegantes y apropiados para la ocasión, tenían estéticas muy distintas, y, curiosamente, recordaban a elecciones anteriores de sus primas políticas, Meghan Markle y Kate Middleton.
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Sofisticación atemporal
Para asistir a la ceremonia, la sobrina de Diana de Gales eligió un conjunto muy royal con remiscencias a varias de las mujeres más elegantes de la realeza británica, como Kate Middleton. Se decantó por un ceñido vestido de escote redondeado, manga larga y falda de tubo por debajo de la rodilla cuajado de encaje azul celeste. Le agregó tacones a tono y un tocado blanco tipo casquete firmado por la emblemática casa Philip Treacy.
Seña de identidad de Kate
Este tipo de looks, tan atemporales que trascienden a lo largo de los años, se han convertido en una de las señas de identidad de la duquesa de Cambridge. Aunque Kate adora seguir las últimas tendencias en su día a día, en las celebraciones señaladas prefiere optar por estilismos que nunca pasan de moda. Ella también adora los vestidos midi de encaje y, por supuesto, los tocados más clásicos, casi siempre adornados por lazos laterales como el de Kitty.
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Cambio exprés
Para la recepción posterior al enlace, la joven aristócrata quiso cambiar totalmente de registro y apostar por una opción más moderna, aunque, eso sí, se mantuvo fiel a Dolce&Gabbana. Se decantó por un vestido sin mangas de corte lápiz entallado a media pierna, confeccionado en un llamativo tejido amarillo 'pollito', como ella misma bromeaba en sus redes. Lo combinó con un pequeño bolso bandolera metalizado y ¡unas deportivas blancas!
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Un tono poco royal
Este vibrante color es poco habitual en los armarios de palacio, pero Meghan Markle se atrevió a lucirlo en un acto oficial en Londres apenas unos meses después de su boda con el príncipe Harry. Ella escogió un diseño de Brandon Maxwell muy similar al que ha lucido Kitty, de silueta recta y sin mangas, con discreto escote barco. Lo combinó con unos sencillos salones nude, uno de sus sencillos trucos de estilo para alargar visualmente la figura.