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Ayer miércoles en su primer día de Visita de Estado a Irlanda, los reyes de Holanda cerraron su agenda con un banquete celebrado en su honor en el Palacio Presidencial de Dublín. Una ocasión en la que la reina Máxima triunfó con un look de gala romántico protagonizado por  un vestido de encaje floral semitransparente y la tiara de esmeraldas. Elección esta que se convirtió en un otro gran éxito de la jornada tras su innovador primer estilismo en la capital irlandesa que, debido a las inclemencias, meteorológicas tuvo que modificar, aunque también con acierto. 

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Los reyes de Holanda fueron acompañados en esta velada por el presidente irlandés, Michael Higgins, y su esposa, Sabrina. Mientras esta última optó por un diseño en azul con encaje, Máxima encuentra la comodidad en un vestido también con encaje floral con escote Bardot y bajo con motivos en relieve. Pertenece a uno de sus diseñadores de cabecera, Jan Taminiau. Un diseño que ya llevó previamente en Portugal en octubre de 2017. No obstante, lo estrenó en la fiesta de la boda griega de Filippos Lemos y Marianna Goulandris en Londres en febrero de aquel año, aunque pocas imágenes transcendieron de ese acto.

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Para culminar su look, la reina Máxima buscó en el joyero real piezas con pedrería en tono verde para coordinarlas con su vestido y homenajear así a uno de los colores más representativos de irlanda. En concreto, llevó la tiara de esmeraldas que se elaboró para la reina Guillermina en 1986. Forma parte de un conjunto del que también lleva los pendientes y el collar, que al ser desmontable puede modificarlo según guste y que, en esta ocasión, vuelve a acompañarlo de un broche del que cuelga el denominado huevo esmeralda

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En sus manos, Máxima llevó un clutch de piel de serpiente en dorado. También acompañó su look de un chal en color blanco rojo para evitar pasar frío.

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Como peinado, Máxima optó por recoger su melena en un moño bajo y así poder lucir mejor su tiara.

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En la mañana de este miércoles 12 de junio, los reyes de Holanda comenzaron sus Visita de Estado a Irlanda con una recepción organizada por el presidente del país, Michael D. Higgins, y su esposa, Sabina Coyne, en Arás an Uachtaráin, la residencia oficial del mandatorio irlandés. Para la ocasión, la reina Máxima impactó con un original vestido de Claes Iversen (colección Alta Costura 2019). Es una creación de corte wrap con cinturón superpuesto y mangas con brazaletes bordados que se inspiran en los aros que llevan en el cuello las mujeres africanas de la tribu ndebele.

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Acompañó su vestido de unos salones dorados con detalles transparentes de vinilo, de Gianvito Rossi. Además, lució un gorro tipo casquete a juego con el diseño de Claes Iversen.

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Como bolso, Máxima llevó un diseño en color dorado de la firma Begüm Khan, que presenta un original acabado de escamas y motivo con forma de ojo.

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El clutch con el que Máxima de Holanda culmina su look presenta un detalle de un ojo en su parte frontal y se abre como si fuera una caja dividiéndose en dos la pieza. Bajo el nombre Evil Eye, está confeccionado artesanalmente en latón y tiene un precio de 1.765 euros.

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Debido al frío y la lluvia, Máxima no dudó en adaptar su look a estas condiciones atmosféricas en actos posteriores. Para ello, recurrió a una prenda icónica del entretiempo, un trench. Concretamente, se decantó por un diseño clásico en color beis, de Burberry.

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