Ayer, los reyes de Holanda asistieron al tradicional concierto celebrado con motivo del Kingsday en la ciudad de Amersfoort, una cita en la que Máxima volvió a brillar -literalmente- al recuperar uno de sus vestidos más sofisticados. La mujer de Guillermo Alejandro volvía a apostar por una creación de cuello a la caja y cuerpo cuajado de pequeñas lentejuelas que creaban un efecto degradado hacia la falda de gasa evasé. De nuevo, consiguió acaparar todas las miradas gracias a un vestido de efecto 'brilli', uno de sus trucos de estilo preferidos no solo para triunfar en las grandes ocasiones sino también para el día a día. Repasamos diez de sus prendas de paillettes más comentadas.
Estilo bailarina
El modelo que ha lucido en las últimas horas pertenece a la colección primavera-verano 2018 de la línea de Alta Costura del diseñador Claes Iversen, uno de sus preferidos. Ya lo lució hace 10 meses, y en ambas ocasiones lo acompañó del maxicinturón efecto fajín que también se presentaba en pasarela, su bolso Knot de Bottega Veneta y zapatos de tacón ancho de Salvatore Ferragamo.
También para el día a día
El pasado octubre, Máxima sorprendía al asistir a un congreso en la Haya enfundada en una falda lápiz cuajada de lentejuelas plateadas, saltándose la norma no escrita de que este tipo de diseños solo son válidos para citas nocturnas. Para rebajar la intensidad, agregaba un discreto cuerpo gris y stilettos a conjunto.
Toques de color
A principios de marzo de este año, la reina de los holandeses volvía a decantarse por un vestido entallado de cuello a la caja, manga larga y falda de tubo a la altura de la rodilla confeccionado en un original tejido de lentejuelas negras salpicado de algunas rojas, verdes y azules para romper con el look monocromático. Completaba con medias tupidas, zapatos negros y bolso de mano a tono.
Efecto brocado
Uno de sus estilismos para el recuerdo fue el que escogió para asistir a la recepción de gala ofrecida por el que fuera presidente de Francia, Francois Hollande, en París en el año 2016. Optó por un vestido nude de líneas rectas que contaba con un efecto brocado construido en realidad a base de minúsculas lentejuelas doradas que conformaban motivos florales. Completó el conjunto con complementos metalizados.
Su abrigo más especial
En 2011, asistía a un concierto en Kerkrade con un look protagonizado por un abrigo ligero en tono nude cuajado de pequeños ornamentos brillantes dorados. Le cedió todo el protagonismo al lucir bajo él una sencilla falda en un color neutro, y buscó crear contraste al sumar bolso y zapatos con detalles negros.
Impactante look de invitada
En 2012, los reyes acudieron a las celebraciones con motivo de la boda de los príncipes Guillermo y Estefanía de Luxemburgo. En la cena de gala previa al enlace, Máxima triunfó con un vestido largo de escote palabra de honor en tonos rojos y plateados. Remató con impresionantes joyas de la corona, sandalias metalizadas y bolso de mano rojo.
En tonos anaranjados
La Reina tampoco duda en incluir estas prendas tan brillantes en su maleta cuando va de viaje. Un ejemplo de ello es el estilismo con el que asistió a un acto junto al presidente alemán Joachim Gauck en Berlín en 2013, compuesto por falda de tubo de efecto carey y top anaranjado con ligero vuelo en la cintura. Completó con una gran pamela a tono.
Vestido de gala
En la celebración del Día del Príncipe en septiembre de 2013, Máxima lució una creación de Jan Taminiau -uno de sus modistas de cabecera- digna de alfombra roja, confeccionada con numerosas aplicaciones doradas de efecto mate. La combinó con accesorios dorados y maxitocado de rafia.
En su etapa como princesa
En 2010, cuando aún era princesa, Máxima asistió a la inauguración de un edificio de la fundación Fakonahof en La Haya con una falda de tubo similar a las que sigue luciendo hoy en día. En aquella ocasión, se decantó por una pieza en tono azul noche, y sumó top a tono y chaqueta gris jaspeada.