Durante medio mes, la duquesa de Sussex ha recorrido Oceanía en un tour oficial que le ha llevado a visitar Australia, Fiji, el Reino de Tonga y Nueva Zelanda. Un viaje en que ha triunfado con una maleta premamá en la que no faltaron looks impactantes. Sin embargo, como acompañamiento de estos estilismos, Meghan Markle se ha servido de una colección de joyas llena de impresionantes diseños y mucho simbolismo. Estrenos, joyas que pertenecieron a Diana de Gales o que son un homenaje al príncipe Carlos, su joyero no ha pasado desapercibido. Como ejemplo, los pendientes con perlas y diamantes que luce en la imagen. Se tratan de unas piezas que recibió por parte de la reina Isabel II como regalo por su boda con Harry de Inglaterra y que llevó en el primer acto junto a ella como duquesa de Sussex el pasado mes de junio.
Las pendientes de mariposas de Diana de Gales
En su primer estilismo oficial en este viaje, Meghan Markle recuperó piezas que pertenecieron a Diana de Gales y con las que consiguió un look de impacto. En la imagen, podemos apreciar sus pendientes de oro y diamantes con forma de mariposa que pertenecieron a la madre de Harry de Inglaterra (pudimos vérselos en su viaje oficial a Canadá en 1986).
La pulsera azul de Diana de Gales
También en este primer look del viaje llevó este brazalete. Se trata de una creación de oro con piedras azules que también perteneció a la inolvidable Diana de Gales.
Joyas muy significativas
Con su look de gala de inspiración nupcial durante una recepción en Tonga, Meghan Markle quiso hacer un homenaje no solo a Diana de Gales, sino también al príncipe Carlos. Por un lado, llevó el anillo de aguamarina que lució el día de su boda y que perteneció a la madre de Harry de Inglaterra. En la misma mano, un brazalete de plata y diamantes que recibió como regalo por parte de su suegro, y que ya mostró en su primer acto como duquesa de Sussex.
Diseños solidarios
También en su joyero de viaje no ha olvidado diseños de carácter solidario. Junto a unos pendientes con forma de hoja de Pippa Small, llevó dos brazaletes que para este sello están elaborados a mano por artesanos de la Fundación Turquoise Mountain en Afganistán. Esta organización, creada por el príncipe Carlos, tiene como objetivo capacitar y proporcionar un empleo a jóvenes artesanos y crear un mercado para su trabajo, así como un proyecto de restauración arquitectónica de la ciudad de Kabul.
Diseños solidarios
Arriba, brazalete de chapa de plata dorada (180 euros) y debajo, brazalete similar pero más fino (129 euros). A la derecha, pendientes con forma de hoja a juego en oro de 22 quilates (3.580 euros). Tres creaciones, de Pippa Small.
El collar 'tatuaje' de los 19.600 euros
Ha sido una de las piezas de mayor valor que ha mostrado durante su tour y supone un homenaje a Nueva Zelanda. Se trata de un collar de la diseñadora neozelandesa Jessica McCormack, que recrea un motivo inspirado en los tatuajes maorís.
El collar 'tatuaje' de los 19.600 euros
Inspirado en los tatuajes que llevan los maorís según el arte de Ta-Moko, este collar con colgante en forma de espiral pertenece a la diseñadora Jessica McCormack y tiene un valor de 19.600 euros. Está confeccionado con diamantes y oro de 18 quilates.
Los pendientes 'Feather Kiss', un regalo de Jacinda Ardern
Con forma de pequeño botón y con un grabado que reproduce dos plumas de inspiración mitológica, así son los pendientes denominados Feather Kiss que Meghan Markle recibió como regalo por parte de la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, y que ha llevado en varios de sus looks durante este tour.
Los pendientes 'Feather Kiss', un regalo de Jacinda Ardern
Pendientes icónicos de la firma Boh Runga (modelo Feather Kiss), están confeccionado en oro amarillo. El motivo que se representa es la denominada pluma nativa de Miromiro, aunque en moderna silueta. En la mitología maorí, esta pluma era una muestra mágica de devoción que te devolvería a los seres queridos.
Sus chandeliers con misterio que comparte con otras royals
Doña Letizia, Máxima de Holanda, Mary de Dinamarca, la duquesa de Cambridge... Todas han llevado pendientes tipo chandelier. Meghan Markle también llevó unos durante una cena de gala en Fiji con el que sería su primer look premamá de gala. Se sabe que son prestados, pero el misterio acompaña a estas piezas, ya que no se sabe su procedencia.
Sus pendientes de topacios
De original forma que no pasó desapercibida, así son los pendientes de topacios que Meghan Markle no olvidó llevar en su tour por Oceanía. Los mostró acompañando a su vestido de Antonio Berardi durante una recepción en Auckland (Nueva Zelanda).
Sus pendientes de topacios
Se trata de unos pendientes de la firma Emily Mortimer, que están confeccionados en oro y topacios blancos. Se pueden adquirir mediante preorden y tiene un precio de 395 euros.
Birks, su sello de confianza
Si hay una firma que figura de forma especial en el joyero de Meghan Markle, esa es Birks. De este sello ha llevado varias piezas, entre ellas, estos pendientes con forma geométrica.
Birks, su sello de confianza
Pendientes de oro amarillo de 18 quilates, cuarzo citrino y diamantes, de Birks. Se trata de unas piezas valoradas en 2.690 euros, que ya ha llevado en varias ocasiones como en la Garden Party en la residencia del embajador británico en Dublín en julio de 2018.
Los pendientes de cuerno que 'copió' a doña Letizia
La duquesa de Sussex recuperó de su joyero unos pendientes que llevó en abril. Se trata de un diseño con forma de cuerno y casi idénticos a los que tiene en su joyero doña Letizia y que lució hace tres años.
Los pendientes de cuerno que 'copió' a doña Letizia
Los de Meghan Markle se trata de un diseño en oro de la firma Shaun Leane. Su valor, 2.700 euros.
En lugar de ostentosos collares, mezcla de colgantes
Meghan Markle ha jugado en su tour mezclando piezas de unas firmas y otras. Como ejemplo, la combinación de dos colgantes muy diferentes en su paseo por Fraser Island. Mejor combinar que decantarse por una pieza ostentosa.
En lugar de ostentosos collares, mezcla de colgantes
A la izquierda, colgante con diamantes y oro de 14 quilates, de Adina Reyter (369 euros); y, a la derecha, colgante hecho a mano con oro y diamantes, de Pascale Monvoisin (419 euros).