Hablar de la Edad de Oro de la Alta Costura y de genios del diseño del siglo XXI es hablar de Hubert de Givenchy. Él supo adaptar los cánones del momento a su exquisita aguja y consiguió su sello personal en todo lo que hacía. Tras su fallecimiento el 10 de marzo de 2018 a los 91 años de edad, se marcha otro de los grandes de la moda. Su nombre quedará escrito con letras de oro y su legado será eterno. Un innovador, un caballero... Mil y un calificativos para este icónico francés.
Ejemplo de su moda, esta imagen. Diseño de noche con cuerpo encorsetado y falda con larga cola. Una creación, de 1953.
Hubert de Givenchy nació el 21 de febrero de 1927 en Beauvais (Francia). Tras estudiar Bellas Artes en París comienza su carrera en la moda con trabajos en los talleres de diseñadores como Jacques Fath o Elsa Schiaparelli. En 1952, crea su propio sello, Givenchy. Su primera colección se caracterizó por el uso de tejidos muy asequibles dada la falta de financiación. Sin embargo, supuso todo un éxito. El nombre de esta colección Bettina Graziani en referencia a la supermodelo parisina del momento.
La icónica blusa Bettina
Una de sus creaciones más icónicas y de las primeras fue la blusa Bettina. (1953). Es de corte clásico, confeccionada en tejido masculino y presenta unos llamativos volantes en las mangas de inspiración española y adornadas con bordado inglés. Fue un auténtico éxito de ventas de la época.
Clientela exclusiva que terminó de asentar la firma
No solo su creatividad sino sus clientas favoritas fueron las que ayudaron a posicionar el sello de Givenchy como todo un referente internacional. Jacqueline Kennedy, Grace Kelly... y Audrey Hepburn. La actriz belga se convirtió en su musa y motivo de inspiración. En la imagen, podemos verla con un vestido lavanda durante una prueba de vestuario en 1958 en Roma.
El cine se enamoró de sus creaciones
Gracias a convertirse en favorito de actrices de Hollywood y distintas personalidades, su creatividad quedó recogida en películas inolvidables. Entre ellas, citamos solo tres de las muchas que protagonizó Audrey Hepburn con un vestuario creado por el francés, Desayuno con diamantes (1961), Charada (1963) o Una cara con ángel (1957).
Del abrigo Balloon al vestido Baby Doll
Creaciones icónicas de Givenchy son el abrigo Balloon, que se caracteriza por su corte esférico, y el vestido Baby Doll, con corte imperio e inspirado en la vestimenta de una muñeca. Sin embargo, también vestidos como los que acompañan a estas líneas fueron icónicos: cuerpos ceñidos y faldas con volumen en contraste. Un corte que ha inspirado colecciones de firmas como Dior y que tienen como referente a uno de sus diseñadores más admirados, Balenciaga.
Su ingenio llega a los museos
No es de extrañar que su universo creativo haya sido digno de ocupar las estancias de los museos. Una de las exposiciones que más repercusión tuvo en los últimos años fue la organizada en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid en 2014. En la imagen, varios ejemplos de sus creaciones nupciales.
Su particular visión de los 80 y sus sucesores
Fue una década de revolución estilística y Givenchy también quiso participar con icónicas creaciones, en las que el guiño español siempre estuvo presente.
En 1995, Givenchy decidió retirarse. Su puesto como director creativo pasó a manos de John Galliano. Tras él, llegaron otros nombres como los de Alexander McQueen, Julien Macdonald, Riccardo Tisci o Claire Waight Keller, actual directora creativa de la firma.
Un visionario que nadie olvidará
Nadie olvidará este legado y su ingenio será versionado y homenajeado para siempre. Como ejemplo, esta creación nupcial con la que cerró su presentación de Alta Costura de primavera-verano 1991.